El jueves 13 de marzo la Guardia Civil necesita el apoyo
testimonial explícito de todos cuantos consideramos que su
labor es imprescindible y más, con motivo de las críticas
que han recibido desde algunos sectores, los agentes de la
Benemérita por su actuación el 6 de febrero. Una actuación
que se ha enturbiado con diversas, y tal vez, interesadas
muestras de repulsa.
Se ha catalogado a los agentes como inhumanos que dejaron
morir o provocaron la muerte de 15 inmigrantes. Nada más
lejos de la realidad. Una cuestión es la manera de conducir,
según los protocolos ya existentes desde 2005, como dijo en
Onda Cero, su portavoz y otra bien distinta, pretender
intencionadamente que la Benemérita actúa como si fuera el
ejército de Pancho Villa, sin criterio, a su libre albedrío
y a pelotazo límpido de manera indiscriminada.
Algunos han aprovechado la desgracia para ejercer una
demagogia fácil y estéril cuando se trata de denigrar a un
Cuerpo cuyos valores están acreditados día a día. Ahora
bien, no faltan quienes, a río revuelto, ganancia de
pescadores, y se conducen con argumentos falaces y opiniones
denigrantes para desacreditar a la Guardia Civil por unos
hechos desgraciados.
La sociedad en general sabe valorar la actuación de la
Benemérita. Por ello, la Asociación Unificada de la Guardia
Civil, no puede ampararse en excusas para desmarcarse de un
acto testimonial que requiere de la unidad, de que todos se
muestren, nos mostremos, convencidos y concienciados que la
Guardia Civil bien merece un apoyo público y notorio cuando
no notable, en su favor. No caben excusas ni aludir a
partidismos de ningún género en cuanto a convocantes, sino
mostrarnos todos fuertes, sin fisuras. De ahí que la AUGC
esté obligada a recapacitar, reflexionar sobre sus
intenciones con respecto a esta manifestación de apoyo a sus
compañeros. Desde dentro de la propia Guardia Civil, su
sindicato, no puede ni debe, quedarse al margen de un acto
testimonial de apoyo explícito a sus compañeros.
Demasiadas alusiones injustas y “desenfocadas” con la
realidad han recibido los guardias civiles como para que
ahora, la Asociación Unificada, sus propios compañeros,
pongan piedras en el camino de la solidaridad, del respaldo
social tras el institucional que ya hizo patente el ministro
del Interior, Jorge Fernández Díaz cuando visitó nuestra
ciudad la pasada semana.
Si hasta la comisaria europea de Interior se mostró
“preocupada” por la actuación de la Guardia Civil con la
utilización de pelotas de goma, no cabe ahora que el
sindicato de los agentes busque un motivo para no integrarse
en la manifestación que supone un reconocimiento de apoyo y
cariño a sus compañeros. Un apoyo sin siglas, sin etiquetas,
sin otra intención que no sea un reconocimiento público a su
labor.
En la vida, los testimonios, las muestras, las expresiones,
son fundamentales para decir “aquí estamos” y hay que
hacerlas patentes para que se conozcan y se reconozcan. Y en
este caso, el testimonio es necesario y justo, obligado y
justificado, tras los acontecimientos vividos y las
opiniones vertidas.
Se requiere unión sin fisuras y la AUGC no puede abrirlas
por un propósito, que creen justificado pero que les puede
conducir a cometer un error. Un error que podría ser
utilizado por quienes, precisamente, atacan a sus propios
compañeros. Y no es cuestión de darles motivos para que
continúen ejerciendo la demagogia con nuevos argumentos.
|