Y como no podía ser de otra
manera, por parte del mismísimo ministro del Interior, que
con su visita a Ceuta ha venido a apoyar, totalmente y sin
tapujos, al delegado del Gobierno y, muy especialmente, a la
Guardia Civil de Ceuta que tan ladinamente ha sido
injuriada, atacada, denostada e insultada desde grupos
políticos, ciertos medios de comunicación y algunas de las
ONGs que uno no sabe para que nacieron, a qué se dedican y
qué valor aportan a la sociedad.
Paco Antonio que, hace tres semanas, también, fue el blanco
de ciertos “franco tiradores”, ha sabido estar en su sitio,
no ha dado muestras de inquietud, incluso cuando se pedía su
cese fulminante, y que especialmente se vio arropado cuando
Rubalcaba quería ir por él directamente. Ahora y muy
especialmente en la visita del ministro, ha sabido estar y
amarrar todo para que no hubiera algún recoveco buscado por
la “mala sangre” de alguien que hubiera deseado verle
abandonar la casa de la Plaza de los Reyes.
Cuando el martes por la tarde me enteré de que, a la mañana
siguiente, llegaría el ministro del Interior, se me vino a
la cabeza lo sucedido, hace unos ocho años, cuando visitó
Ceuta el ya ex presidente Zapatero.
Entonces era delegado del Gobierno mi paisano y conocido,
nunca diré amigo, Jerónimo Nieto y aunque la situación en
Ceuta, en aquel momento, no era tan tensa como lo está
siendo ahora, bastó con que el majadero de siempre, el que
aspira a todo, pero por el camino recto no logra nada,
colocara unas cuantas pancartas en el recorrido del entonces
Presidente del Gobierno, para que ese delegado del Gobierno
y sus asesores no se enteraran de nada y al poco tiempo
Jerónimo Nieto, empujado por los que mangoneaban en el PSOE
de Ceuta, entonces, fuera destituido, con lo que dejó a
menos de a medias una labor que si es que la empezó no pudo
dar ningún tipo de frutos.
Paco Antonio, en este caso, no se ha dejado comer la
merienda por nadie, ni de dentro del propio partido, ni de
fuera, ha sabido estar en su sitio, sus peones, cada uno, en
el suyo y ni siquiera, al menos en la ruta seguida por el
ministro, el listo de siempre, el Oráculo de Delfos, se
atrevió a salir con nada de ese repertorio tan trasnochado
que viene usando, desde hace ya muchos años.
¿Y tras la visita qué?. De momento, aunque sólo sea por todo
lo que ha salido en las fotos del miércoles, la primera
autoridad local podrá estar codo con codo con la autoridad
gubernamental. Eso lo primero, ya que hasta ahora hubo
situaciones de cierto color gris perla, que no dejaban muy
en claro donde estaba cada uno, especialmente en unos
momentos en los que hay que dar la cara, de frente.
Además y esto es lo más importante, el señor ministro ha
pisado Ceuta, ha estado junto a la valla de la frontera, ha
visto lo que hay, se habrá dado cuenta del talante de los
habitantes de Ceuta y con todo eso, primero en el Congreso
de los Diputados, cuando los Rubalcaba, Centella, Cayo Lara
y los catalanes que se vayan uniendo al coro, empiecen a
decir insensateces, entonces él podrá responder sabiendo
donde está y como está Ceuta, sabiendo lo que realmente hay
y conociendo, de rebote, las patrañas que se han querido
“vender” tras la tragedia del pasado mes.
Ahora, para todos, salvo para las mafias, va a ser más fácil
y va a estar más claro, en todo lo cual, que nadie lo dude,
Paco Antonio también habrá puesto algo, con lo que si cuando
vienen mal dadas a él se le ataca, ahora habrá que saber
valorar sus gestiones. Es lo que creo y por eso lo digo.
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