La presión migratoria como se
demostró ayer, ha puesto a prueba la capacidad de
coordinación entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado con la Policía Local y la gendarmería marroquí
impidiendo la entrada a Ceuta de más de 1200 inmigrantes
subsaharianos, en tres intentos de entrada registrados a
primeras horas de la mañana de ayer. Un esfuerzo que ha
motivado que tres agentes de la Guardia Civil resultaran
heridos de diversa consideración.
La presencia hoy en nuestra ciudad del ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz viene a testimoniar su apoyo
y confianza en la Guardia Civil, tras anunciar que unos
80.000 subsaharianos esperan en Marruecos y Mauritania para
dar el salto hacia el sueño europeo, lo que supone una
“amenaza”, por ser inasumible aceptar ese inmenso
contingente de personas. A pocos días de ese trágico 6 de
febrero con una concentración de apoyo a la Guardia Civil
liderada por el Partido Popular, también es el momento del
reconocimiento a quienes ponen su esfuerzo en proteger
nuestra frontera.
El ministro del Interior, a buen seguro que hoy sabrá
reconocerles su trabajo. La presencia de Jorge Fernández
Díaz simboliza el refrendo a una labor difícil y
comprometida, compleja en la custodia de nuestras fronteras,
relevante siempre y abnegada en pro del servicio público. Un
encuentro del ministro del Interior con policías y agentes
de la Benemérita, a los pocos días de exponer sus quejas y
situar la presión migratoria en su justo punto ante la
comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, a quien
trasladó su “contrariedad” por las manifestaciones que
realizó acusando a los guardia civiles de provocar el pánico
a los 15 ahogados.
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