Quince inmigrantes de origen subsahariano llegaron ayer a
Melilla a bordo de una patera, la segunda que arriba a la
ciudad en menos de 24 horas. Según han informado a fuentes
de la Delegación del Gobierno, la embarcación con los quince
inmigrantes, entre los que había una mujer menor de edad,
llegó al puerto comercial de Melilla hacia la 01.45 horas.
Los inmigrantes han desafiado las condiciones adversas del
mar, ya que la ciudad autónoma se encuentra desde el domingo
en alerta amarilla por fuertes vientos que han alcanzado
rachas de hasta 100 kilómetros por hora.
Horas antes de la llegada de esta patera, sobre las 06.30
horas del domingo, la Guardia Civil rescató otra embarcación
en aguas de Melilla con 32 inmigrantes a bordo, que
arremetieron contra los agentes del instituto armado que
acudieron en su auxilio.
La presión migratoria sobre Melilla es extrema, tanto por
tierra como por mar, ya que la ciudad autónoma ha vivido en
las últimas semanas varias asaltos a la valla, así como
entradas en patera y en doble fondos de vehículo e incluso
en el interior de una maleta. El Centro de Estancia Temporal
de Inmigrantes (CETI) vive una situación complicada, ya que
se encuentra casi al triple de su capacidad, lo que ha
obligado a instalar distintas tiendas de campaña para dar
cobijo a los últimos subsaharianos que han entrado.
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