Y, al menos, con sus razones. Creo
que no es un capricho de dos personas, es un problema que
afecta a toda la barriada y por eso toda la barriada sale a
la calle a tratar de defender sus propios intereses.
Y esta sí que era una manifestación por unos intereses
concretos. Aquí no había tintes políticos de ningún color
específico, el único color era salvar sus casas, seguir
viviendo en la barriada que habían vivido sus abuelos, sus
padres y ellos, ahora.
Numerosa participación, nada que ver con la última de hace
un par de semanas, en la que los números, por mucho que se
quisieran inflar, por parte de los convocantes, se quedaron
muy cortitos. Y es que aquí estaba la barriada al completo y
no venía a mendigar nada, sino a tratar de defender lo que
consideran que les pertenece.
El comienzo de la “serenata” estuvo a las mismas puertas del
Ayuntamiento, para que su alcalde, Juan Vivas, sepa que
ellos no son alborotadores porque sí, sino que han salido a
defender lo que consideran propio suyo.
Juan Vivas tendría que aguantar un largo rato el ruido y las
peticiones de las personas que no quieren quedarse en la
calle.
Y mientras tanto, las personas de la calle que no estamos
involucrados en el problema y que lo conocemos sólo por las
noticias que aparecen en la prensa, no podemos por menos de
decir, en voz alta, si es que se nos quiere oír:”¿Cómo se ha
dejado que la situación llegue a estos términos?. Porque,
dentro de lo que podemos saber los de fuera, sí que vemos
que la barriada tiene todo tipo de servicios sanitarios,
eléctricos y todo lo que es necesario en una barriada, cosa
que ha tenido que ir elaborando la propia Administración,
con lo que la nueva pregunta sería esta otra:”¿Por qué el
cambio de la colaboración y ahora esos derribos, o intentos
de derribos?.
Ahí está el dilema, un dilema que no se ve claro, ni en la
propia Administración, como se demuestra por las palabras de
Mohamed Alí, uno de los concejales de la “aparente”
oposición del Ayuntamiento.
En el pleno del jueves, Mohamed Alí puso de manifiesto sus
dudas de por qué razón mientras el Gobierno de Ceuta anuncia
que va a actuar en la barriada de Benzú, luego desde la
Delegación del Gobierno “se sigue con los expedientes de
derribo y va acelerando los trámites”.
Esto no hay quien lo entienda, por mucho que uno intente
poner los cinco sentidos en el asunto. Por las palabras de
Mohamed Alí podemos deducir que no van por el mismo camino
las dos instituciones y así los únicos que van a perder son
los vecinos de Benzú, eso totalmente seguro.
Y si desde dentro, además actuando a diario de botafumeiros
no se entiende mucho el papel de Juan Vivas y las
actuaciones de la Delegación del Gobierno, en este asunto,
ya me dirán que se va a entender desde fuera. La sentencia
de Mohamed Alí habló por sí misma:”No lo veo normal, en esta
casa se toma un acuerdo y viene la casa de arriba y lo
tumba”.
Se podrá decir más fuerte, pero no más claro y por mucho que
Vivas trate de dar “su explicación”, llegados a este punto,
muy pocos son los que le van a creer:”las relaciones son
razonablemente buenas”.Una vez más, Juan Vivas, para
esquivar una situación engorrosa; no se moja, pero sí deja
que le salpique un poco el chaparrón que se le venía encima,
con una frase que o no dice nada, o cada uno la puede
interpretar a su manera:” Puede haber desencuentros”. Los
hay, señor Vivas, usted lo sabe bien.
Lo que más claro queda es que al alcalde no le interesa el
asunto si tiene que actuar de una forma diferente a como
querrían los vecinos de la barriada de Benzú que se
aclarara.
Y sigo en la estratagema de Vivas para quedar bien con todos
y, al final, no solucionar nada. Cada vez se le ve más el
plumero, al pedir que no se mezclen los partidos con las
instituciones, apelando a la salud democrática.
Mirándolo bien, hay que ver que intento de jugar con las
palabras para no decir nada o lo contrario. De todas formas
el destino de una barriada se está jugando y se me ocurre
que “con cartas marcadas”.
|