“Del barrio de Benzú, no nos moverán”. Los vecinos de esta
barriada versionaron ayer la popular canción de la serie
‘Verano Azul’ durante la manifestación que recorrió las
calles del centro y en la que reivindicaron la continuidad
de las casas de la barriada que están amenazadas por un
expediente de derribo. O al menos, que sus vecinos sean
realojados en el barrio y no en Loma Colmenar, como les
planteó la Ciudad en un principio al conocer que se habían
abierto los expedientes de derribo. Desde las cinco de la
tarde los pitos y proclamas inundaron las calles desde la
puerta del Palacio Autonómico hasta la Plaza de Los Reyes.
Durante más de dos horas, los vecinos de Benzú reivindicaron
que no se derriben las casas, que se defienda a la barriada
e incluso llegaron a solicitar la dimisión del delegado del
Gobierno.
Al inicio de la marcha, la presidenta de la barriada y de la
plataforma de afectados, Rahma Mokhlis, exigió que se
aplique la ley vigente “y no la que les interesa para
echarnos de nuestras casas”. Mokhlis reiteró que el deslinde
que se aplica para ordenar los derribos está basado en “una
ley derogada”, la de 1969 y por ello reivindican un nuevo
deslinde.
La presidenta señalaba como la prioridad son los afectados,
pero también la barriada que, según advierte, “pende de un
hilo”. Los vecinos temen que “en cualquier momento apliquen
cualquier ley para desalojar las casas” y recuerdan que se
les prometió un plan para realojarlos en Benzú.
Mokhlis señalaba que los vecinos están pagando una serie de
impuestos, como el de bienes inmuebles que “legalizan” las
viviendas. “Tan ilegales no son cuando los fondos europeos
vienen a Benzú como un barrio urbano”, añadía la presidenta
de la barriada para recriminar a las instituciones que no se
sientan con ellos para explicarles nada sobre el proceso
iniciado. Mokhlis denunciaba que la documentación que les
han dado “está obsoleta” y que no corresponde al deslinde
que han aplicado. Además, aseguraba que por parte de la
Ciudad no han tenido ningún contacto ni con la plataforma ni
con la asociación, aunque Román aseguraba ayer que había
hablado con los vecinos.
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