Todos los españoles y muy
especialmente los que tenemos, de por medio, una nómina, año
tras año, tenemos la “sagrada obligación”, querámoslo o no,
de dar cuentas a Hacienda sobre nuestros ingresos. De ellos
cotizamos y que no tenga nadie la mala suerte de que se le
haya “traspapelao” una nómina, que entonces le “empapelan” y
de qué manera.
Muchos, del Ebro hacia abajo, pensábamos que eso era lo
normal y lo obligatorio, pero mira por donde, del Ebro hacia
arriba, aparecen algunos listos que, porque quieren
apartarse de las normas que deben ser para todos los
españoles, o porque piensan que ellos son los que están por
encima del bien y del mal, o porque los demás hemos entrado
en el síndrome de la “gilipollez”, se disponen a tratar de
esquivar algo que debieran pagar, haciéndose los
interesantes, manejando los números “mejor que nadie” y
dándose el auto bombo de saber comprar mejor que todos los
demás.
Así iban las cosas, en la “caverna” iba a costar tres veces
más el mismo producto que “en ese país pequeñito” que nos
quiere dar, a los demás, papas con honda.
Afortunadamente, las mentiras tienen las patas muy cortas y
ya es curioso que uno de los suyos haya sido el que levantó
la liebre, con lo que, de momento, esta misma semana desde
el mismísimo Barça, eso que es más que un club, tendrá que
ingresar a la Hacienda Pública, 9,1 millones de euros que
“supuestamente” habrían defraudado en el fichaje del jugador
brasileño Neymar.
Las cosas como deben ser, cada uno que corra con sus gastos
y si antes no lo pagaron que lo paguen ahora.
Ahora, pues, una declaración complementaria y esos 9,1
millones que tienen que pagarse, sí o sí.
Y es que aquí, cada cosa tiene su precio y esa cantidad
correspondería, por tanto, al 24,75% de los 37,9 millones de
euros que, en su día, el Barcelona pagó a unas sociedades
vinculadas con el jugador.
La fiscalía considera que esos millones forman parte del
salario del jugador, con lo que hay que tomarlos como
rendimiento de trabajo. Así de claro y así de rotundo. ¡¡A
pagar tocan!!.
Días atrás ya, el juez de la Audiencia Nacional, señor Ruz,
imputó al equipo catalán, como persona jurídica, un delito
de fraude fiscal, en el fichaje del brasileño. Y la
exposición estaba muy clara, por cuanto Neymar tenía, en el
momento de su fichaje por el Barcelona, la condición normal
de “no residente” y con ello “la obligación de tributar
correspondería a quien pagaba, esto es, al Barcelona”.
Siendo como son las cosas y no habiendo otra solución, el
equipo catalán se ve obligado a regularizar su situación
fiscal, por vía administrativa.
Esto, de momento, pero con ello no queda aparcada ya la
responsabilidad penal que llegará si tiene que llegar.
Es la segunda vez, en pocos meses, que la cuestión de no
pagar lo debido a Hacienda salta desde Cataluña y, más
concretamente, desde el Barcelona, antes fue Messi, porque
no sabía o le habían asesorado mal. Messi tuvo que pagar, el
pellizco parece que fue bueno y ahora este otro, desde
distinta perspectiva.
Me parece muy bien, porque ya va siendo hora de que unos
colores tan laureados estén al día con las obligaciones que
tenemos todos los demás. Esto, es de suponer, podrá servir
de ejemplo a otros que quieran imitar a ese buen comprador
que fue Rossell.
|