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OPINIÓN - DOMINGO, 23 DE FEBRERO DE 2014

 
OPINIÓN / COLABORACION

El Gobierno de Marruecos ha de intervenir
en la Aduana de Bab Septa

Por Abdelkalik Amar*


Las obras y cuanto se diga para justificar las colas, bien saben a poco, frente a la realidad del dinero, siempre incontestable, pues el auténtico problema es el flujo económico, esa masa monetaria, pues aquí todo es en efectivo, que fluye a diario por ambas fronteras, y mientras los mandos de esas excusas sigan estando en manos ajenas al Gobierno de Marruecos, que nadie espere pulcritud de paso, pues “colas” hasta Juan XXIII había antes de que se hablara de obras que, por cierto, ni han empezado. ¡Qué sarcasmo!

El perjuicio por el mal funcionamiento de esa Aduana es enorme, y no sólo en lo referido a Ceuta, sino a toda la zona norte de Marruecos. El daño que  están produciendo es tremendo, y resulta imperdonable. Desde “Residentes Ceuta” no entendemos cómo puede alcanzarse tal nivel de ingratitud hacia el visitante. Una situación que ya sed está acusando en el comercio ceutí. Por ejemplo: los fines de semana, las grandes superficies vienen acusando la ausencia de turistas y clientes marroquíes.

Hacemos hincapié en que el residente también es un turista y, como tal hay que tratarle, y qué menos que se encuentre una Aduana conforme a unos mínimos en cuanto a amabilidad y gestos de bienvenida, pero parece que estamos hablando con un gran mudo por los niveles de incomprensión mostrados.

El otro día un funcionario listo me contestaba con una pregunta: “ Para qué vienen”?, me dijo, a lo que le contesté “pues porque no pueden ir a Marbella como haces tú”. Hay una mentalidad cruel en algunos, menos mal que son más los buenos que los malos, lo cual no deja de ser un consuelo.

Queremos pedir públicamente al Gobierno de Marruecos su intervención inmediata en todo lo que rodea a la Aduana de Bab Sebta, y que la dote de los recursos  necesarios, como también de nuevos códigos de conducta, y que por fin dejemos de ver cómo muchas horas de nuestras vidas se mueren inútilmente en las exasperantes colas de Bab Sebta. 

El Rey Mohamed V dulcificó la figura del residente en Ceuta, amparándole en diversos aspectos,  concediéndole derechos en otros...Un emocionado recuerdo a un Rey ejemplar. A ese espíritu y a esa forma de ver las cosas, queremos pedir amparo, porque no es justo lo que está pasando.

Unas simples obras no pueden ser motivo de sufrimiento para quienes el Rey concedió derechos: Los Residentes en Ceuta.

*Presidente de Residentes Ceuta
 

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