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La Central Sindical Independiente
y de Funcionarios (CSI-F), la más numerosa a nivel estatal
en este ámbito, está siendo “ninguneada” de manera
sistemática en Ceuta por la Consejera de Presidencia,
Gobernación y Empleo, Yolanda Bel, como lo demuestra el
hecho de que se reune, fuera de la Mesa General de
Negociación con otros sindicatos para “pactar” acuerdos sin
levantar acta, que luego se formalizan en el mencionado foro
para darle oficialidad, en un procedimiento que supone, en
sí mismo, una burla al carácter de representatividad que
tiene CSI-F en la Administración y un chalaneo impresentable
verdaderamente vergonzoso en un ámbito institucional que
habría de ser mínimamente serio.
Las quejas del CSI-F más que justificadas suponen, al
descubrir la conducta de la propia consejera de Empleo, un
síntoma evidente de cuáles son los principios por los que se
rige esta política. Quien no tiene el menor escrúpulo en
negociar por debajo de la mesa -y nunca mejor dicho, al
eludirse la Mesa General de Negociación-, también demuestra
cual es su talante y en qué parámetros se mueve a efectos de
legalidad para dirimir cuestiones tan serias y trascedentes
como las relacionadas con los trabajadores públicos y el
empleo.
Desde el CSI-F, su presidente autonómico, Ricardo Martínez,
considera gravísimo que Yolanda Bel negocie fuera de la Mesa
General. La lealtad institucional por la que tanto aboga
Juan Vivas en relación al Gobierno de la nación y al de
Ceuta, parece que no afecta a las relaciones que han de
imperar entre sindicatos y la responsable de Empleo en su
Gobierno con todos ellos. Vaya talante.
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OPINIÓN / EDITORIAL
