La Secretaría para la Igualdad de UGT, ha manifestado a
través de un comunicado de prensa, que “si realmente este
país no quiere cometer un suicidio, desde el punto de vista
social, tiene que hacer lo que han hecho otros países en
políticas de igualdad: favorecer e incrementar la tasa de
actividad de las mujeres y hacer políticas públicas que
favorezcan la conciliación, en ningún caso que vayan en
detrimento de las posibilidades de empleo, ni de calidad del
empleo de las mujeres”.
En este sentido, la UGT destaca que la falta de “políticas
públicas a favor de la igualdad y que favorezcan la
conciliación, sin un coste personal en términos de derechos
de las mujeres, lo que está trayendo consigo es menos tasa
de actividad de las mujeres y menos niños para este país, lo
que tiene consecuencias sociales muy graves”.
Desde la Secretaría para la Igualdad ha afirmado que la
brecha salarial se sitúa ya en un 22,99% de media anual,
incrementándose un 0,5% respecto al año anterior “por lo que
las mujeres españolas tendríamos que trabajar 84 días más
que los hombres para percibir el mismo salario”. Desde la
UGT se ha denunciado que “a pesar de todas las declaraciones
que se hacen, incluido el propio discurso de investidura del
Presidente del Gobierno, donde planteó como uno de los
objetivos estratégicos el luchar contra la desigualdad
retributiva, no hemos visto ninguna medida dirigida a
corregir esas desigualdades y, desde luego, nos asombra
porque, evidentemente, una forma de ocultar el problema es
desconocer el problema, así el problema no existe”.
La UGT ha resaltado que la crisis no solo ha empeorado las
circunstancias de las mujeres sino que oculta su posición en
el mercado de trabajo, pues parece afectar más a los
hombres. Sin embargo, hay más mujeres inactivas que hombres,
mayor nivel de paro, mayor precariedad y menos ocupación de
las mujeres respecto a los hombres. La reforma laboral ha
reforzado, además, las desigualdades estructurales del
mercado de trabajo y ha empeorado la economía
Por otro lado, la reducción del gasto público en materias
tan importantes como la sanidad, la educación y los
servicios sociales no solo ha reducido la cantidad de empleo
de las mujeres, puesto que son sectores fuertemente
feminizados, sino que “hoy las mujeres están siendo en
muchos casos las sustitutas de ese Estado de Bienestar”,
afectado por el recorte del gasto público.
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