Las cámaras de la Guardia Civil que vigilaban el pasado día
6 el perímetro fronterizo de Ceuta grabaron una ilegalidad:
cómo varios agentes devolvían a Marruecos a algunos
inmigrantes por una puerta de la valla no habilitada. Es lo
que se conoce como devoluciones en caliente, una práctica
que se ha producido en ocasiones en Ceuta y Melilla y que no
permite ni la Ley de Extranjería ni el Acuerdo de Readmisión
Hispano-Marroquí redactado en 1992 y suscrito por ambos
países en 2012.
Porque, según la Ley de Extranjería, estos inmigrantes
tenían que haber sido llevados a comisaría, se les tenía que
haber prestado asistencia jurídica y un traductor y
ofrecerles la posibilidad de pedir asilo político. El
acuerdo con Marruecos es menos garantista, pero, aun así,
obliga a que se identifique a estos sin papeles (sólo lo
pueden hacer policías nacionales en la comisaría), a que se
compruebe si hay algún refugiado entre ellos y a que las
autoridades marroquíes expidan una especie de recibo donde
conste la identidad de la persona que se devuelve. No se les
puede devolver sin más, por donde han venido, sin hacer unas
ciertas formalidades. Y, en este caso, el vídeo refleja que
no se han hecho.
El minuto 35 recoge este momento, cómo se devuelve a una
persona con un chaleco salvavidas naranja por una puerta de
atrás de la valla. No se trata de un paso oficial. Los
agentes también conducen hacia allí a otros dos inmigrantes.
Uno de ellos es probablemente el que ha recogido la lancha
de la Guardia Civil nadando a bastante distancia del
espigón.
Las imágenes recogen durante varios segundos cómo una
cabecita va nadando más lejos que las otras, en un mar en
calma. Está muy lejos de los demás y va avanzando constante.
La secuencia refleja la tremenda soledad en la que se
encuentra esta persona. De repente se acerca una lancha que
le rodea, le lanza un salvavidas y le recoge. La barca de la
Guardia Civil se acerca hacia el espigón. Y el inmigrante
desembarca, custodiado por dos agentes.
La Guardia Civil ha reconocido, en un vídeo introductorio,
que no se ha rescatado a ningún inmigrante en aguas
marroquíes. Sí dice que, de todos los que llegaron a la
playa española, 23 en total, fueron “varios los rescatados
al final de la actuación por patrullas del servicio marítimo
y otros directamente por guardias civiles”. Uno de ellos es
el que presumiblemente fue devuelto por la puerta de atrás.
En realidad, ya lo reconoció implícitamente el ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su comparecencia la
semana pasada en el Congreso. Admitió que se había devuelto
en el momento a estos 23 inmigrantes, al igual que había
hecho el día anterior el director general de la Guardia
Civil, Arsenio Fernández de Mesa.
La Guardia Civil sostiene que las imágenes enviadas ayer al
Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta, que ha publicado
esta mañana en su web, no están editadas. “Se ha colgado en
la web íntegra, sin manipular”, asegura el jefe de prensa
del Instituto Armado, Fernando Cubillo. Las grabaciones
proceden de tres cámaras que captan imágenes normales, de un
total de 37 que hay en todo el perímetro fronterizo, así
como de una cámara térmica, que recoge el movimiento de los
cuerpos en función del calor que desprenden.
En las imágenes también se ve que los agentes dispararon las
pelotas de goma al mar desde el espigón, que alcanza varios
metros de altura. El ministro había dicho en el Congreso que
se disparó desde tierra, lo que daba a entender que los
disparos se hicieron desde la playa. La Guardia Civil
concreta ahora que hay “lanzamiento desde el espigón y la
orilla de medios antidisturbios”.
Y, en efecto, el vídeo recoge los lanzamientos y cómo
impactan los antidisturbios en el agua, disparados
previsiblemente por escopetas. También se observa a un
guardia lanzando un objeto al mar, probablemente un bote de
humo.
La Guardia Civil sostiene que en las imágenes “no se aprecia
el impacto de ningún medio sobre ningún inmigrante, ni
tampoco que ninguno de los inmigrantes que se encuentran en
aguas españolas sufra percance por sumersión”.
También señala que “ninguno de los 23 inmigrantes que
llegaron a aguas españolas sufrió lesiones”.
En el vídeo se aprecia cómo hay bastantes más gendarmes
marroquíes que guardias españoles. Los agentes han
denunciado, de hecho, falta de medios ese día.
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