El empadronamiento, aunque puede parecer un trámite simple,
se ha convertido en una pesadilla para José Ignacio del Hoyo
y toda su familia. Ellos pensaban que estaban empadronados
en su actual domicilio, pero el trámite nunca se llegó a
realizar y ahora están en “un vacío legal” que les impide
renovarse el DNI, empadronar a su hija de ocho meses y que
la niña pueda tener un médico de cabecera en la Seguridad
Social.
Este ceutí acudió al Registro en 2011 para hacer un cambio
de domicilio y empadronar en la nueva vivienda a toda su
familia. En ese momento, eran él, su mujer y su hija mayor.
Este hombre entregó todos los papeles de forma correcta, o
al menos, así constaba en el registro. Así, han sido pasando
los años sin aparentemente ningún problema. Pero, cuando
llegó su segunda hija, que ahora tiene ocho meses,
descubrieron que no la podían empadronar en su domicilio,
porque ni ellos lo estaban. Esto ha provocado que la niña no
tengan tampoco un médico asignado en la Seguridad Social y
que ahora, cuando la mujer de José Ignacio, ha acudido a
renovar el DNI, le hayan dicho que no puede.
Al ir a reclamar al Registro de la Ciudad, la única
respuesta que le han dado a José Ignacio es que está “en un
vacío legal” y que no les constaba que hubiera iniciado los
trámites para realizar el cambio de padrón, según trasladaba
ayer este hombre a EL PUEBLO. Alterado e indignado, José
Ignacio aseguraba que le había tratado “como un delicuente y
como un mentiroso” . Por ello, mostraba los papeles de que
había hecho la solicitud de empadronamiento en 2011 y que
toda la documentación constaba como correcta. Ahora, desde
Registro le piden que la vuelva a llevar y el se niega a
“perder más tiempo” y espera que se “corrija el error”.
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