Es lo que parece que se quiere
hacer, ahora mismo, contra aquellos que, cumpliendo con su
sagrado deber de defender su territorio, son culpados por
impedir que una “banda” de desconocidos, no sabemos con qué
intenciones, hayan sido impedidos de entrar de rondón a
España por donde no es la frontera establecida.
Y ahora Bruselas pide explicaciones a España por el uso de
bolas de goma en Ceuta, pero lo que no me consta es que
Bruselas haya pedido explicaciones a nadie por las heridas
sufridas por varios guardias civiles que cumplían con su
trabajo.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström ( a partir de
ahora, para mí, será la CECI) se ha mostrado muy preocupada
por el uso de las bolas de goma por parte de la Guardia
Civil.
La CECI, que no aparenta una edad muy mayor, no sé si se
habrá mostrado tan preocupada ante sus gobiernos pasados,
por haber colaborado, también, en su día a la hora de hacer
la descolonización como se hizo, y es que los belgas algo
tuvieron que ver en la descolonización de África, y nadie
puede descartar, ni la propia CECI, de que parte de los
inmigrantes que trataron de entrar a Ceuta y los que han
entrado en otras ocasiones, tanto a Ceuta como a Melilla, no
tengan raíces en alguna de las posesiones que los belgas
tuvieron en África.
La Ceci, como otros muchos políticos de aquí y de fuera que
están tapando con esto otros problemas de su competencia, se
muestra más como un charlatán de feria que como una
representante en defensa de los problemas de Europa.
Hoy por hoy, y la CECI lo debería saber, es Europa, con
regímenes democráticos, la que está corriendo peligro,
precisamente por unas gentes huidas de territorios en los
que los enfrentamientos tribales hacen salir a unos para
colocar a otros en cargos de “irresponsabilidad” por cuanto
son regímenes poco duraderos que van en busca de sacar lo
que pueden para ellos y su grupo, sin importarles, en
absoluto, las gentes de sus alrededores.
Y de esas gentes tenemos que estar tirando los demás, y a
esas gentes, cumpliendo con sus deberes sagrados, se tiene
que enfrentar la Guardia Civil, para que no vengan desde
fuera a romper, todavía más, el orden de nuestras tierras.
Las muertes, es cierto, son muy lamentables, pero lo deben
ser siempre y a uno le duelen más las de los suyos que las
de los vecinos, cosa que no parece suceder con ciertos
charlatanes de los del tipo de la CECI y otros políticos de
nuestro propio país.
Hoy, lo que más vende, políticamente, es ser piadosito con
lo de fuera, con lo de lejos, y no sé si esto se está dando
en el país de la CECI, donde no se pueden quedar todos los
extranjeros que llevan tres meses sin trabajo.
¿En esto tiene que ser diferente España?. Para mí, ni lo
tiene, ni lo debe ser y si ya tenemos una carga bastante
pesada con lo nuestro, casi seis millones de parados, que no
nos metan de fuera otros tantos, de los que no sabemos sus
verdaderos pasos anteriores y sus intenciones cara al
futuro.
Viendo el vídeo de hace pocos días, tratando de asaltar la
frontera de Ceuta, aquellos que intentaban invadirnos no
eran, o no lo parecían, unos pobrecitos hambrientos.
Aquellos tenían tras sí algo más, y de eso debiera haberse
ocupado o preocupado la propia CECI.
Y lo que no debiera hacer ahora el Gobierno de España es,
para calmar todo y tratar de salvar ellos su “incorrecto
prestigio” es tirar por la calle de en medio y quitarse, de
un plumazo, al director de la Guardia Civil o al delegado
del Gobierno de Ceuta. Eso sería una auténtica traición a
quienes tratan de cumplir con sus obligaciones. Lo estoy
diciendo en la tarde del sábado.
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