José Antonio Asián lamentó la derrota de su equipo en el
campo del Coria, y aunque admitió que “estábamos rozando el
milagro”, el técnico sevillano aseguró que “ha sido triste,
porque no era el día para perder”. Y es que, hasta que llegó
el segundo gol del conjunto coriano, Asián reconoció que “se
habían puesto las cosas muy bien, y pensaba que sería otra
jornada de prolongación”.
En cuanto al partido, el entrenador del equipo caballa
afirmó que “fue un encuentro como preveíamos: de mucho
contacto y de trabajo, frente a un rival que se jugaba la
vida”. Asián destacó las “circunstancias” negativas que se
dieron durante el encuentro, como “el gol de Jaime en propia
puerta que, además, llegó precedido de una gran ocasión para
Jorge que podría haber supuesto el segundo”.
Para el sevillano, el empate del Coria antes del descanso
“fue un golpe anímico”, que se notó durante el segundo
tiempo, en el que Israel marcó el segundo “en una de las
facetas que tenemos mejor trabajadas”. A partir del 2-1 fue
un partido “bronco y de contacto, con mucha presión de la
grada y en el que no jugamos como debíamos”.
Así, el técnico del cuadro caballa admitió que “nos ha
faltado más equilibrio, y en algunas fases del encuentro el
equipo no ha sido tan equipo como en partidos anteriores”.
Algo que demuestra que “en el momento que nosotros no somos
nosotros, somos tan vulnerables como cualquier otro equipo
del grupo”.
Respecto a la situación en la tabla, Asián confía en acabar
la jornada situado en puestos de play off de ascenso, en los
que recibiría a un rival directo, el Cabecense. “De ganar
ese partido daríamos un importante zarpazo”, reconoció el
sevillano.
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