La senadora por Ceuta y miembro de la Comisión de
Inmigración del Consejo de Europa, Luz Elena Sanín Naranjo,
se ha manifestado en este periódico en relación a los
últimos acontecimientos surgidos en la zona fronteriza del
Tarajal y que tanta polémica están desatando en los últimos
días, por la intervención de la Guardia Civil y el resultado
trágico de 12 inmigrantes fallecidos.
La sensibilidad en el ámbito de la inmigración es muy
acusado en la senadora, ya que es la presidenta nacional de
extranjeros residentes en España, quienes recientemente se
reunieron con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y
con la secretaria general del Partido Popular, María Dolores
de Cospedal, donde Luz Elena Sanín tuvo un papel fundamental
en ese encuentro en el que expusieron al presidente del
Gobierno su problemática.
Pregunta.- ¿Qué enfoque tienen los trágicos episodios que
se han registrado en la frontera del Tarajal?
Respuesta.- El drama humano en estado puro. Unos hechos que
nos sensibilizan especialmente y a los que hay que darle
solución desde la Unión Europea en colaboración con los
países miembros. La preocupación y sensibilidad en relación
al problema migratorio es bastante alta, ya que los
inmigrantes dejan en sus países de origen padres, madres,
hijos y familiares de todo tipo, para buscar unos medios de
vida mejores
P.- La inmigración se está convirtiendo en una cuestión
que parece desbordar a la Unión Europea
R.- Preocupa y somos muy sensibles por el componente humano
que conlleva la inmigración, pero se nos hace inasumible
acoger a tantos inmigrantes que llegan a nuestras fronteras.
Las fronteras exteriores son competencia de la Unión Europea
sin perjuicio de que los Estados miembros coadyuven con
medios materiales y humanos para el fortalecimiento de las
mismas. La Unión Europea no puede mirar de reojo ante esta
problemática y ha de actuar. Hemos de estar y apoyar, que
ningún Estado puede asumir la burbuja migratoria irregular
de las proporciones que se está dando en la actualidad.
Hay que reconocer que se producen una confrontación entre
dos derechos: el humano y el del Estado de destino. Dos
derechos que se contraponenn y que supone para muchos
inmigrantes dejarse la vida en la búsqueda de ese paraíso
que tanto anhelan, como ha sucedido, por desgracia,
recientemente.
P.- ¿Cómo trata el Consejo de Europa la inmigración que
“amenaza” sus fronteras exteriores?
R.- Hay una Comisión, a la que pertenezco, en la Asamblea
parlamentaria del Consejo de Europa, donde se ha planteado
la necesidad de coadyuvar con países subdesarrollados para
que encuentren esos inmigrantes ilegales que nos llegan,
esas condiciones de vida necesarias, mediante la cooperación
internacional para el desarrollo, cuestión fundamental para
llevar mejores condiciones de vida a esos países de origen
de estos inmigrantes que se dejan, a veces, sus vidas en el
camino.
P.- ¿Qué opinión le merece la intervención del ministro
del Interior, Jorge Fernández Díaz en sede parlamentaria y
la del delegado del Gobierno?
R.- No tengo nada que decir al respecto. Mi confianza plena
en el Ministro, en el Delegado del Gobierno y en la Guardia
Civil. Sí es cierto que, en todo caso, tenemos una
sensibilidad especial por el problema, por el drama humano
que representa la inmigración clandestina.
P.- ¿Qué valoración hace de las declaraciones de la
comisaria europea de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström,
que dijo sentirse “preocupada” por la intervención de la
Guardia Civil en la frustrada intentona de entrada masiva de
ilegales por la frontera del Tarajal?
R.- La Unión Europea ha de tomar cartas en el asunto de la
inmigración ilegal, siendo ésta su competencia, como ya he
manifestado y asumirla, aunque no sea en solitario, ya que
los países afectados han de contribuir a ayudar en esta
cuestión. Repito que lo que no puede hacer la Unión Europea
es mirar de reojo a la inmigración. Y no se puede olvidar
nunca que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
actúan siempre en el ámbito de sus competencias.
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