Son unos términos que, en contadas
ocasiones, se dan en nuestras actividades diarias, en unos
casos porque apartar a alguien del puesto que se le dio
graciosamente o graciablemente sería reconocer que, en su
día, se equivocaron en su designación. Algo parecido ocurre
con las destituciones que si es que se dan, en algún caso,
es por cambio de régimen o de sistema, no por otras razones.
Por último, en lo que se refiere a las dimisiones, con más
de 60 años podría contar con los dedos de la mano y me
quedarían dedos, el número de personas que, a lo largo de
los tiempos, han presentado la dimisión de su cargo.
Y he hecho esta introducción para demostrar que los
políticos, o los integrantes de la “cosa política” son
totalmente inoperantes y desconocedores de la realidad,
cuando ahora, en pleno San Valentín, fiesta que parece
instituida por el Corte Inglés, una serie de partidos
izquierdosos y otros que sin serlo quieren aparentarlo, al
proponer que se cese al delegado del Gobierno en Ceuta.
Nunca fui amigo personal del delegado del Gobierno de Ceuta,
Francisco Antonio González Pérez, pero nunca, tampoco, tuve
nada para ser su enemigo, y esta neutralidad me permite
decir que, en todos esos problemas que se han dado, él poca
culpa puede tener, al no haberse dado en territorio ceutí.
Y llegados a este punto, creo que el grupo socialista, más
allá del estrecho de Gibraltar o está desmemoriado o no
conoce la problemática de este tipo que se viene dando,
desde hace años en Ceuta.
Yo, como tengo buena memoria, y, además he tenido en mis
manos suficiente documentación, les diré a los socialistas
de más allá del estrecho, los de aquí lo saben y lo
recordarán muy bien, que el primer gran problema que hubo en
Ceuta con los “sin papeles” se dio en vísperas de un 12 de
octubre, allá por 1995, y con una delegada del Gobierno que
era de Ceuta, puesta por el Gobierno de Felipe González.
El problema, por si alguien lo ha olvidado, la cogió fuera,
para más INRI, y aquí en Ceuta, donde todavía hay quienes
poseen fotos de ello, vimos como se repelió la agresión de
los “sin papeles”, incluso por personas que nada tienen que
ver con las fuerzas de orden público. Es más, incluso hubo
algún disparo, y no recuerdo la voz plañidera de nadie del
PSOE, ni de IU que pidiera el cese de la delegada del
Gobierno, entre otras cosas, porque ella no había promovido
aquel alboroto.
Le tengo que recordar al PSOE, a los otros no, porque entre
todos aquellos tienen menos seguidores que la Falange de
Hornachos, que los problemas de aquellos inmigrantes sin
papeles se han venido dando y cada vez más, desde que el
presidente del Gobierno era Felipe González, y que, en todo
este tiempo, con PSOE o con PP en el Gobierno Central han
seguido los intentos de entrada, incluso las entradas a
Ceuta o a Melilla. Llegados a hoy con la problemática en
cuestión, en todo este tiempo, con PSOE o con PP en el
Gobierno Central han seguido los disturbios sin que haya
habido ceses de los delegados del Gobierno de Ceuta o de
Melilla.
Ya es lamentable que problemas de este tipo, con muertes
incluidas y con heridos, por otras partes, quieran ser
aprovechados por algunos para ver si logran unos cuantos
votos más o debilitan al oponente.
Y más lamentable, todavía, es que en vez de tratar de
solucionar la cuestión, entre todos, para siempre,
colaborando los dos que son los únicos que pueden llegar a
formar Gobierno, a lo que se dediquen es a atacar a sus
adversarios, desde la oposición.
La inmigración ilegal de África a unos y a otros ya les
hemos explicado por qué y de donde procede.
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