Y además necesaria, para que la
Guardia Civil, por si alguien lo ignoraba, se siga sintiendo
protegida por sus superiores, especialmente, en los momentos
en los que más de un demagogo trata de echar basura sobre
ellos.
La visita a Ceuta, el pasado miércoles, del director general
de la Guardia Civil debe ser considerada como la más
importante, en muchos años, a esta ciudad, porque mientras
que otras visitas han sido para pedir votos o para
justificar lo injustificable, ésta lo ha sido para
garantizar a la Guardia Civil que no se encuentra sola en
sus tareas y que por encima hay unas estructuras que no van
a dejar solos a ninguno de los guardias civiles, que se
ocupan del cumplimiento de sus trabajos.
Hace un par de días, yo, en esta misma columna, me hacía eco
de la personalidad y la rectitud del señor Fernández de
Mesa, un director que lejos de saquear las finanzas de,
incluso, los huérfanos de la Guardia Civil, se preocupa de
que sus propios guardias civiles no sean ultrajados por
ningún tipo de organización, especialmente, de esas que uno
no sabe de qué viven y que sí pueden hacer daño, o al menos
ahora lo intentan hacer.
El miércoles no era un día muy soleado y agradable, pero
Fernández de Mesa, con lluvia y mal tiempo, estuvo al lado,
codo con codo, de sus guardias civiles. Los visitó, los
saludó y, lo más importante, les dejó muy claro que estaba
con ellos.
Lo más agradable que se puede decir a un cuerpo de seguridad
es que están en el camino recto, que están trabajando en su
propio terreno y eso se lo dijo Fernández de Mesa a la
Guardia Civil de Ceuta, al tiempo que les trasladó el apoyo
del ministro del Interior y de todo el Gobierno.
Esto es cumplir con las promesas, porque si bien es cierto
que todos hemos cacareado, yo también, las promesas
incumplidas del Gobierno, cuando en un asunto como éste se
actúa como ha actuado el director de la Guardia Civil,
también hay que resaltarlo y yo, con sumo gusto, lo resalto.
Y lo trato de resaltar cuando grupos políticos que debieran
ser serios, como es el caso del PSOE y de IU piden la
destitución del director general de la Guardia Civil.
Sencillamente lamentable. De IU se puede esperar cualquier
cosa, porque ni ha formado Gobierno, ni jamás lo va a
formar, pero que el PSOE entre en este lodazal, a uno le
tiene que dar vergüenza ajena, y muy especialmente cuando un
director de la Guardia Civil, nombrado por el PSOE, fue
capaz de llevarse incluso las telarañas de la caja en la que
estaban los fondos de los huérfanos de la Guardia Civil. Eso
ahí estuvo y ahí quedó.
Fernández de Mesa podrá equivocarse un día, eso puede
suceder, pero no creo que sea un equívoco el estar al lado
de la Guardia Civil de Ceuta, cuando está recibiendo ataques
frontales de instituciones de las que uno no sabe a qué se
dedican, ni de qué se mantienen.
Y lo que no debería hacer el director de la Guardia Civil
es, a partir de ahora, ya quedarse parado. Tiene que y debe
seguir con esa idea de querellarse contra aquellos sectores
que vienen atacando a la Guardia Civil, por los hechos de la
pasada semana en Ceuta.
Y será muy bonito, como están haciendo algunos, recordar,
desde Madrid, a los fallecidos en Ceuta, pero más bonito y
legítimo es hacer todo lo posible para que ni un solo
guardia civil sea herido al tener que actuar en situaciones
como las que estamos relatando.
|