La portavoz del Gobierno, Yolanda
Bel, parece decidida ha no responder a las preguntas de
algunos medios. Cada una de sus respuestas ante las
preguntas incómodas de algunos periodistas son un acto de
desprecio al derecho de los ciudadanos a conocer las
intenciones del Ejecutivo. Sin embargo, no solo Bel es
responsable de dicha actitud, también nosotros, los medios,
somos igualmente responsables dando cobertura a una mera
propaganda, que es a lo que se reducen las comperecencias
del la portavoz.
La solución a este desprecio a los ciudadanos y
contribuyentes que, por cierto, les pagan el sueldo y demás
prebendas, debería ser el silencio. Ninguna cobertura de los
medios a estas ruedas de prensa. Para las soflamas los
partidos disponen de sus propios canales. Los medios son
para informar.
El error debe gestionarlo y solucionarlo quien lo ha
cometido, pero la falta de respeto al derecho a la
información que tienen los ciudadanos merece una respuesta
clara y contundente por parte de los periodistas, que son
los que vehiculan ese derecho. Los políticos necesitan de
los medios para comunicar -o publicitar- sus logros; los
medios necesitamos de los políticos para rellenar los
espacios, pero los ciudadanos necesitan y exigen que la
información sea completa y veraz y si una de las partes -los
políticos- no está dispuesta a hacerlo, la otra parte no
debe facilitarles el juego.
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