La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F)
reclamó ayer al Gobierno un marco de diálogo y colaboración
para convertir a las administraciones públicas en un motor
de crecimiento, con acciones concretas que permitan
modernizar las estructuras y dignificar el papel y las
funciones de los trabajadores que trabajan en este ámbito.
El discurso del Gobierno recoge el espíritu del Pacto de
Estado que CSI-F entregó a las principales fuerzas políticas
el año pasado y sería deseable establecer un marco estable
de diálogo que sitúe a los empleados públicos en el centro
de la reforma.
Para CSI-F las palabras del presidente del Gobierno en la
clausura de las Jornadas reconocen de manera implícita que
los empleados públicos han cargado sobre sus espaldas los
excesos que han cometido los gestores políticos, sufriendo
en sus carnes los recortes que todo el mundo conoce, al
igual que el resto de los ciudadanos. Ahora debemos
establecer una hoja de ruta que permita compensar los
sacrificios realizados.
Ha llegado la hora de pasar página a los recortes, detener
la sangría en el empleo público y establecer un nuevo marco
jurídico que permita impulsar una administración estable y
eficaz, frente a los errores y los excesos cometidos en la
gestión pública.
Por eso, CSI-F emplaza al Gobierno a negociar una Ley de
Función Pública que permita favorecer la promoción interna y
la carrera profesional, favorecer la movilidad
administrativa con garantías y seguridad jurídica para los
trabajadores y evaluar el desempeño.
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