El Pub Tokio sufrió en la madrugada de ayer un robo sin que
ningún vecino de la zona viera o escuchara nada. Tal y como
así lo ratificaba a EL PUEBLO, el propietario del local,
Fernando Ramos, los ladrones accedieron al interior del
establecimiento a través de un agujero efectuado en uno de
los grandes cristales blindados que tiene el Pup desde hace
algo menos de dos meses, cuando efectuó una remodelación
para mejorar su aspecto y asegurarlo más ante los posibles
intentos de robo.
Ramos no comprendía como ningún vecino ha podido oir ni ver
nada mientras se estaba produciendo el robo ya “para romper
el cristal han tenido que estar un tiempo considerable
dándole golpes hasta lograr realizar el agujero por el que
accedieron al interior del local los ladrones. Después,
todos los fines de semanas se acercan los agentes de la
Policía Local alertados por las llamadas de los vecinos para
cerrarnos el local por el ruido existente en la terraza”.
Tal y como resaltaba el propietario del local, por la mañana
se desplazaron hasta el establecimiento los agentes de la
Policía Científica, quienes estuvieron recabando todas las
pruebas que puedan llevar al esclarecimiento de los hechos.
Los agentes encontraron huellas así como sangre en los
cristales.
Además del destrozo producido en el cristal, los ladrones
inutilizaron la alarma para campar a sus anchas y poder
sustraer todo lo que consideraron de valor. Así pues se
llevaron un elevado número de botellas de gran valor, dinero
en efectivo de la caja e incluso del bote que los
trabajadores tenían recaudado desde Navidad, rompieron el
aparato de música, sustrajeron un ordenador además de las
cámaras de seguridad y numeroso material electrónico de alta
calidad.
Ramos, también se lamentaba por el cristal, ya que este
tiene que ser encargado para su fabricación especial al
tener que cumplir una serie de requisitos tanto de seguridad
como de decoración.
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