Fernández de Mesa desveló ayer que la Guardia Civil abrió
diligencias, que posteriormente entregó en el Juzgado, el
mismo día que se produjeron los hechos, “y luego hemos
tenido que volver a abrir otras”.
El director general aclaró que los informes se hacen de
forma permanente por la Guardia Civil, aunque reconoció que
en este caso ha sido “más exhaustivo”, pidiendo a Gaspar
Llamazares, de IU, que no se preocupase porque el “ministro
dará buena cuenta de cuanto quiera saber”.
Fernández matizó que tiene muy claro todo lo que ocurrió en
tan fatídica fecha, “ya que he estado en contacto
permanente” y, por lo tanto, “he estado informado
perfectamente”.
Acto seguido, espetó que “no hay nadie que dude lo que ha
ocurrido, lo que pasa es que los hay interesados en
distorsionar la realidad y en ver un maltrato por parte de
la Guardia Civil”. “No hay nada que ocultar; aquí está claro
lo que ha ocurrido y lo que no está claro es porqué hay
alguien que intentan manipular hasta las imágenes que salen
en televisión”.
Fernández de Mesa negó que en los hechos acaecidos el pasado
jueves se produjesen devoluciones en caliente, “ya que estas
son las de aquellas personas que estando en territorio
nacional, y sin haberles pedido y sin haber tenido la
posibilidad de pedir ningún tipo de asilo, se devuelven. No
hay devolución en caliente, lo que hay es un rechazo, que es
muy distinto”.
Esta fórmula, según el director general, es “la misma que se
utiliza desde hace muchos años en Ceuta y en Melilla”.
A la interrogante de que lo que se tenía que haber hecho era
atender a los inmigrantes cuando llegan a la playa, el
director general dijo que “lo que quiero es que vean los
vídeos y comprueben como no se le agrede absolutamente a
nadie y se les ayuda a levantarse. Eso es lo que he visto”.
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