La autopsia practicada este mediodía al inmigrante
subsahariano que fue encontrado ayer en una playa de Ceuta
ha revelado que murió ahogado. Según han informado fuentes
de la Delegación del Gobierno, la autopsia ha determinado
que el joven, de entre 20 y 30 años, falleció por asfixia
por inmersión.
La autopsia no ha encontrado ningún signo de lesión ni de
otro tipo, por lo que ha revelado que el inmigrante murió
ahogado en la avalancha formada junto a la frontera.
El cuerpo permanecía desde ayer tarde en el tanatorio
municipal después de haber sido localizado por la Guardia
Civil cerca de la orilla. El cadáver apareció en la costa
española arrastrado por las fuertes corrientes en la zona,
según los datos de la Guardia Civil.
El hallazgo se produjo momentos antes de que el instituto
armado decidiera finalizar las labores de rastreo que llevan
a cabo desde que ocurrió la avalancha, a primeras horas de
la mañana del pasado jueves.
Las ONG y los inmigrantes acusa a los guardias civiles de
herirles y los responsabilizan de las muertes. “Los guardias
civiles lanzaron gas lacrimógeno al agua, donde estábamos.
Los españoles los mataron”, subraya un joven un nigeriano de
20 años. La ONG Caminando Fronteras, también ha denunciado
“la violencia” empleada por la Guardia Civil cuando
repelieron la entrada de los inmigrantes. “Los agentes han
disparado las pelotas y el gas lacrimógeno contra ellos y
los flotadores. Eso los ha matado. Los propios heridos
cuentan que la violencia de los españoles ha sido
equiparable o mayor a la de la policía marroquí”, destaca el
colectivo.
Sin embargo, la autopsia practicada no ha encontrado ningún
signo de violenia ni lesión, lo que coincidiría con la
versión del delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco
Antonio González Pérez, que siempre ha defendido que el
instituto armado usó material antidisturbios, pero nunca lo
empleó contra las personas. Solo al aire y para asustar”,
afirmó. “Las pelotas se lanzaron en elíptica, por encima de
la valla”, han insistido desde Interior.
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