Esta ha sido una semana en la que Ceuta ha sonado fuerte a
nivel nacional, pero por desgracia no para bien. Ha sido una
semana negra.
Por si no hubiéramos tenido suficiente con la
estigmatización de un barrio entero con la ficción de la
serie, hemos pasado a la cruda realidad con la muerte de
catorce seres humanos haciéndonos conocidos a nivel nacional
e internacional y no precisamente por nuestras virtudes como
ciudad y sociedad. La desgarradora tragedia de la búsqueda
de un mundo mejor, se ha cobrado esta vez todas esas vidas
inocentes con mucha oscuridad y sombras respecto a lo
sucedido.
El debate suscitado en cuanto al uso o no de la violencia o
la fuerza por parte de nuestros cuerpos y fuerzas de
seguridad en el momento de intento de entrada de los cientos
de personas que se produjo en la madrugada del pasado
jueves, continúa servido y no sin razón.
Hemos escuchado manifestaciones tanto del Delegado del
Gobierno, de la Guardia Civil, de algunos inmigrantes y de
personas que estaban por la zona que ofrecen versiones
diferentes entre sí, algunas incluso contradictorias, cuando
hay muchas formas de arrojar luz a lo sucedido. Una de esas
formas, en aras de una mayor objetividad y credibilidad,
debería ser que se hicieran públicas las imágenes que se
hayan recogido con las cámaras existentes en el perímetro
fronterizo.
Desde un primer momento se habló de que los sistemas de
vigilancia instalados en el Centro Operativo de Servicio
(COS) alertaron del movimiento y fue cuando se dio el aviso
a las autoridades marroquíes. Sin embargo, en ningún momento
ha trascendido el contenido de esa visualización ni de las
grabaciones posteriores y cuya difusión creo que
contribuiría a esclarecer lo ocurrido al mostrar a toda la
opinión pública la sucesión de los hechos, además de que,
quien nada tiene que ocultar, nada tiene que temer.
¿Por qué no se han hecho públicas aún? Mantener el
ocultismo, es una manera de admitir algunas acusaciones. Del
mismo modo que en los últimos tres meses se han hecho
públicas las imágenes de seguridad de los intentos y asaltos
a la valla, deben hacerse públicas en este caso.
El control fronterizo, no puede estar reñido con el respeto
a los derechos humanos y en este momento es preciso mostrar
que los derechos humanos siempre han estado y estarán por
encima de cualquier tipo de control.
Ya que el grupo popular apoya la actuación de las fuerzas de
seguridad, sin dudas y sin fisuras, denominándolas como
ejemplares (tal vez es que hayan tenido acceso al visionado
de las imágenes de seguridad instaladas en el perímetro para
tal contundencia), me gustaría que todos, dispusiéramos de
ellas para valorarlas. Es lo mínimo.
* Diputada de Coalición Caballas en la Asamblea de Ciudad
Autónoma
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