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OPINIÓN - VIERNES, 7 DE FEBRERO DE 2014

 
OPINIÓN / COLABORACION

Lady Drame

Por Juan Luis Muñoz Arbona *


En mi condición de abogado, reviso mis expedientes de expulsión de inmigrantes sobre la mesa para presentar los correspondientes recursos ante los tribunales competentes, y, al mismo tiempo, me llega la triste noticia del ahogamiento de seres humanos que huyen de sus países por causas bélicas, étnicas y religiosas, entre otras, en aguas fronterizas de Ceuta y Marruecos.

Los acontecimientos previos relacionados con este drama, especialmente el que causó la muerte a medio millar de personas el pasado octubre en costas de Lampedusa (isla italiana), también ahogadas, cuando perseguían el sueño europeo, catástrofe humanitaria que aún no ha encontrado una respuesta seria por parte de las más importantes instituciones, tanto europeas como las de los países de origen, una cooperación necesaria que no se plasma, aconseja una profunda reflexión sobre la materia.

La alcaldesa de Lampedusa clamaba casi al cielo, con la proclama de “Europa puede naufragar en Lampedusa”, repulsa justificada y necesaria, pues no se hablará de inmigración, “de nuevo”, hasta después de elecciones europeas. La inmigración siempre ha sido tangencialmente tratada por las Instituciones competentes, sin llegar a definir un marco que permita, al menos, una mejor gestión de ésta.

Y, al referirme a una mejor gestión de ésta, hago referencia también a la situación de desempleo en que se encuentra gran parte de la población europea, especialmente de los países mediterráneos, que pudieran ver como una amenaza la llegada masiva de inmigrantes, comprensible dado el actual sistema y estructura de los estados en torno a políticas activas de empleo.

Por ello hablo de gestión, porque ésta no supone otorgar “ipso facto” empleo para todos los inmigrantes que intentan conseguir el “sueño europeo”, sino, asimismo, por la necesidad de que existan políticas preventivas que permitan al menos evitar catástrofes de tal magnitud. De esta manera, a muchos de nosotros quizás se nos quitara el nudo de la garganta al leer tan desagradables noticias, cuando se pudieran evitar al máximo número de “naufragios”, nunca mejor dicho.

Es necesario trazar, hablando en términos marítimos, un verdadero cuaderno de bitácoras para frenar esta sangría de muerte, desesperación e impotencia. Cabe intensificar el trabajo de la Agencia FRONTEX (Agencia Europea para el control de fronteras exteriores), darle forma a EUROSUR, retales de un sistema de vigilancia de las fronteras recientemente aprobado, del que aun no tenemos constancia, y también, de una pizca de solidaridad por parte de los organismos encargados de la toma de decisiones y del propio ser humano, porque somos diferentes pero somos iguales.

Ante eso nos encontramos, como indica el nombre que encabeza la presente opinión, un nombre que reluce con más fuerza que nunca en el día de hoy, quizás una cara más de este drama de la inmigración, una “Señora Drama” (Lady Drame), traducción literal del desasosiego y cuento de nunca acabar en que se está convirtiendo esta cuestión. Descansen en paz…

* Presidente de ADESC
 

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