Es lo que ha hecho el presidente
Vivas, tras el regreso de la capital de Castilla-León y ha
salido en su defensa porque él sabe que en sus alrededores
han comenzado las fisuras y lo que no quiere es verse solo,
ni tener que “tirar” de desconocidos para su andadura futura
en la política, ahora que le ha cogido el gusto a eso de ser
el número 1, a lo largo de todo el día y esté con quien
esté.
Particularmente, me parece una buena actitud, siempre y
cuando sea por la valía de aquellos a los que defiende y que
no sea un simple brindis al sol frente a la oposición, la
única seria que tiene, desde el PSOE, porque de todos es
sabido que eso de Caballas es un continuo “amago, hablo, no
doy y me callo”, lo que habría que ver a cambio de qué,
pongamos por caso.
Y digo esto de la defensa de los suyos, casi mordiéndome los
labios o, mejor dicho, quitando la “s” última de “suyos”.
Hace muy bien en defender a Bel si está convencido de que lo
merece, pero no hace nada bien, en esa defensa, hablar de él
mismo:” estoy convencido de que detrás de los ataques a Bel,
lo que hay es un intento de desestabilizar al Gobierno de la
Ciudad y, sobre todo y fundamentalmente, un intento de
debilitar a su presidente”. Ya estamos con la burra a
brincos. Él el primero y el único.
Item plus, sigue Juan Vivas:”hay algunas personas que están
hartas del presidente”, yo diría que algunas no, que muchas,
porque debiera saber el presidente, de sobra que lo sabe,
que muchos años en el poder es un régimen y los regímenes
son malos, los de las derechas y los de las izquierdas. Esto
es el “a-b-c” en primer curso de Ciencias Políticas. Y esto
que aceptaba hace años Juan Vivas parece que se le va
olvidando, con el paso de los años, ya muchos, en el poder.
A pesar de todo, y Juan Vivas como todo el que ocupa un
sillón presidencial, de inmediato se olvida de que en la
Lengua Española, que es la oficial en Ceuta, están las
palabras dimisión, alternancia y otras más que vendrían de
perlas, para que hubiera un relevo ya en la Alcaldía de
Ceuta. Es más, él sabe y lo habrá vivido de cerca estos
días, en Valladolid, que hay en muchas comunidades
autonómicas, en las que se empiezan a plantear el reducir
los mandatos a sólo dos legislaturas, con lo que muchos
podrían volver a sus antiguos puestos de trabajo, en vez de
vivir, desde que se asentaron en la poltrona, del momio del
mando.
Y si la defensa de Yolanda Bel es total, o así lo parece, al
menos, por parte del alcalde, no “parece” irle a la zaga la
defensa de Fernández Cucurull, defensa que hace intentando
justificarlo desde un punto de vista de ahorro para Procesa.
De aquí empiezo a no creerme nada de todo lo que vaya
diciendo Juan Vivas, porque de todos es sabido que Cucurull
se basta y se sobra, como siempre lo ha hecho, para
defenderse por sí solo, con su valía, en los puestos que
ocupó.
Fernández Cucurull es un funcionario, no de esos que han
entrado a dedo, sino de oposición, por lo que ni ha pedido,
ni necesita que nadie le tenga que dar el empujoncito para
ascender un escalón más.
Y hay algo que habría que decirle al alcalde de Ceuta y
presidente del PP aquí en nuestra ciudad, y es que en su
mano sí estuvo en las ultimas elecciones generales que el
diputado por Ceuta en el Congreso hubiera sido Fernández
Cucurull, hombre con experiencia, desde hacía años, en el
Senado y que no hubiera desdeñado estar en el Congreso, pero
en aquel momento el que más peso tuvo para Juan Vivas fue
Márquez que, dicho sea de paso, todos sabemos como y por
donde llegó a formar parte de un Gobierno del PP.
El presidente Vivas, con estas cosas, nos ha demostrado que
él suele decir muy bien lo que sabe, pero que no siempre
sabe tan bien lo que está diciendo, aunque a él le interese.
Por eso de la “s”.
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