La Gendarmería marroquí dispersó ayer a un grupo reducido de
inmigrantes subsaharianos que pretendían acceder a la
carrera a Ceuta a través del nuevo paso de mercancías, que
aún está sin inaugurar, TArajal II.
El grupo de ilegales fueron detectados a primeras horas de
la mañana por las cámaras de seguridad situadas en la
frontera del Tarajal, así como por los conocidos como búhos
de la Guardia Civil, que de inmediato alertaron a las
unidades auxiliares de las Fuerzas Reales marroquíes.
Los inmigrantes se encontraban en los montes cercanos a la
frontera e intentaban llegar en grupo al paso fronterizo.
Normalmente los grupos de inmigrantes esperan en las zonas
bocosas colindantes con la ciudad para acceder a la misma.
La Gendarmería marroquí acudió al lugar y dispersó a los
inmigrantes subsaharianos, que salieron huyendo para evitar
su arresto.
El último intento de asalto al vallado fronterizo se produjo
el primer día de este año cuando unos cien inmigrantes
subsaharianos intentaron acceder a través de la frontera del
Tarajal y fueron rechazados.
El de la inmigración, es un asunto que fue resaltado por el
presidente de la Ciudad recientemente, declarando en una
entrevista que reconocçia que “nuestra frontera no está
preparada para el flujo de personas y mercancías desde
África, por lo que y esperamos la implicación de la Unión
Europea.
Además, y también sobre el flujo de inmigrantes, Vivas
aseguró que con la premisa de tener una actitud de
“solidaridad y de respetar los derechos humanos hay que
tener en cuenta que las fronteras tienen que ser seguras y
que no se pueden violentar por la fuerza”.
En aquella ocasión, Vivas tampoco tuvo problemas en
reconocer que existen concertinas instaladas tanto en los
perímetros fronterizo de Ceuta como en Melilla, pero precisó
que la orografía de la frontera hace que sea más difícil
acceder mediante el salto, por lo que la función de la
concertina es de índole complementaria.
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