Con los ojos todavía hinchados entré en la cafetería de al
lado de mi casa para tomar el desayuno antes de irme al
trabajo, necesitaba un café cargadito que me despejara del
letargo nocturno y me pusiera a funcionar el “body”. Buenos
días al camarero Antonio y demás presentes. “Antonio un...”
¡no necesito pedir, como me conoce el jodío! Sentarme y...
¡desayuno puesto!
Un cliente al fondo, solo, en la barra, Ramón, el suego de
Antonio, tres más sentados en la mesa que está junto a la
barra, conversando, justo al lado de donde yo me encuentro.
Ojeo por encima la prensa local mientras saboreo los
primeros tragos de café, paso hojas y al mismo tiempo van
entrando palabras sueltas de la conversación de los señores
de la mesa por mis odios que no ordeno en mi cabeza, Tarajal,
frontera, Guardia Civil, denuncia, Marruecos... Yo a lo
mío... café, tostas y periódico... “El sustituto”, jeje...
me suena a título de película de sobremesa, si, de esas que
hacen como churros los americanos para la televisión y que
casi todos los canales ponen a la hora de la cabezadita en
el sillón después de comer y que me invitan al sueño
reparador, pero no, intuyo y adivino casi al momento que “el
sustituto” es el apodo con que han bautizado al guardia
civil en cuestión por lo que hablan los señores de la mesa.
Sorbo a sorbo voy terminando mi café, ya solo pendiente de
la conversación, miro a mi alrededor y resulta que todos
están en silencio, pendientes también, el suegro, el
matrimonio que entró detrás de mi, Antonio y la joven que
acaba de entrar.
Comentan que el guardia civil gasta las mismas formas y
maneras en la realización de su trabajo que un tal
“granaino” ¿cómo? ¿que les suena?... Me lo imaginaba, ¡me
suena hasta a mi, y eso que no tengo coche, moto, ni nada
que se le parezca! Ahora entiendo lo de... “el sustituto”.
Según uno de los señores de la mesa, el pasado domingo día
12 de enero, dicho guardia multó a su compadre y algunos más
por que pararon con el coche para cambiar euros por moneda
del país vecino a los “cambistas” que se sitúan unas decenas
de metros antes del puesto fronterizo, “pararse en la vía
pública obstaculizando la misma, reteniendo la
circulación...” ¡multazo que te crio! Aunque medio Ceuta
haya hecho lo mismo en ese mismo lugar, hasta entonces, sin
la misma consecuencia, pero claro, con la que está cayendo
últimamente en la frontera, esto no se podía pasar por alto,
supongo que nuestros “cuerpos de seguridad” estarán
presionados por la Delegación del Gobierno y demás, y
cargados de trabajo.
Básicamente la conversación de estos señores estaba centrada
hasta el momento en las maneras, formas y otras actuaciones
que habían escuchado del guardia y con las que me quedo
atónito de ser ciertas. Me pareció que llegado el momento,
todos estábamos haciéndonos las mismas preguntas ¿qué
hicieron con los “cambistas”? ¿también los multaron? A fin
de cuentas están realizando una actividad ilegal, ¿no?
Bueno, según los tertulianos de la mesa no les pasó nada, ya
que parecía que la única preocupación del guardia, la
Delegación, o quien sea, es la de recaudar, con la que está
cayendo de paro en la ciudad de Ceuta, crisis, impuestos,
delicuencia, ect... como para preocuparse por tres o cuatro
coches que están provocando un “colapso grave de
circulación” un domingo por la mañana temprano.
Ya entramos todos los clientes de la cafetería en
conversación sobre el tema, damos nuestras opiniones,
acertadas, desacertadas, con acuerdos y desacuerdos, pero si
en algo estábamos “todos en la misma olla” era en que mejora
dar solución al problema a través de los “cambistas”, antes
que intentar concienciar a todos los ciudadanos de Ceuta y
foráneos a base de sanciones. ¡Quién sabe! A lo mejor las
“autoridades competentes” eso es lo que pretenden, recaudar
para “hacer caja”, importándoles realmente poco lo de la
circulación en la vía pública de acceso al puesto
fronterizo, aunque dicho problema es un mal menor comparado
con otros problemas casi “crónicos” de nuestra frontera y
que la inmensa mayoría de ciudadanos de Ceuta conocemos.
En esta minitertulia mañanera de un grupo reducido de
personas de Ceuta, medio adormilados todavía, estaba claro
que no íbamos a dar solución a los problemas de la frontera,
además, para eso están las “autoridades competentes”, a las
que habría que preguntarles, igual se les ocurre una buena
solución como la de los “bultos”. Antonio dice que habría
que preguntarle “al sustituto”... ¡qué jodío este Antonio!
¿Y ustedes... qué opinan?
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