La propuesta socialista de
vincular los Planes de Empleo a una fórmula público-privada
para estimular en las empresas la creación de trabajo que
reactive la actividad productiva y genere empleo, ha sido
contestada de manera apresurada por el Gobierno de Vivas. Su
consejera de Empleo, Yolanda Bel, se “columpió” una vez más
el viernes al malinterpretar la propuesta socialista y
calificar al PSOE de copiar la idea a los “populares”. Y es
que las fobias políticas traen estos “patinazos” para
intentar desviar la atención a la polémica política cuando
realmente no se dan soluciones convincentes ni imaginativas
a la elevadísima tasa de desempleo de Ceuta.
Que el Plan de Empleo sea catalizador de la ocupación y que
al término del mismo haya empresas que creen puestos de
trabajo, en principio es una iniciativa que introduce un
elemento novedoso: reformar el diseño y la estructura de los
Planes de Empleo, comprometiendo a las empresas a crear
puestos de trabajo, tras la subvención previa obtenida, a la
vista que cada vez es mayor la precariedad laboral en
nuestra ciudad. El aumento del empleo parcial y temporal, la
escasez del empleo indefinido o a tiempo completo, es una
consecuencia de la situación crítica que se vive.
Que el Gobierno, con este panorama tan desolador, se
encargue de desvirtuar las propuestas que promuevan sus
adversarios políticos, aparte de una indecencia parece que
es el partido menos indicado para hacerlo, gobernando en
Ceuta y a nivel nacional. Bien conocidas son las opiniones
de algunos agentes sociales como el secretario general de
UGT, Antonio Gil que considera a los Planes de Empleo un
“parche” y no una solución. El Gobierno debería preocuparse
de propuestas imaginativas y de calado en vez de criticar.
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