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Acabó el suplicio que suponía para
los residentes en Ceuta la obligación de presentar en papel
el certificado que acreditaba su condición de tal y de
renovar semestralmente la misma de manera documental. El
Consejo de Ministros aprobó ayer la modificación del decreto
que regula esas subvenciones con la retirada de la medida
que implantó el 1 de septiembre de 2012 para evitar el
fraude de los billetes subvencionados con el 50%. Ya no será
necesario para los ceutíes residentes que para viajar en
barco o avión sean portadores de un papel y serán las nuevas
tecnologías, mediante la vía telemática, quien certifique el
empadronamiento en nuestra ciudad, con solo presentar el DNI
o el pasaporte.
Un avance notable que había sido demandado por los usuarios
y que, a nivel político, los parlamentarios habían
coincidido en la necesidad de solucionar esta cuestión. Se
desconoce cuando entrará en vigor esta medida pero lo cierto
es que las agencias de viajes, aerolíneas y navieras, habrán
de incorporar el sistema SARA de manera obligatoria para
despachar billetes y acceder a la acreditación de la
residencia del viajero. Una forma mucho más práctica, ágil y
acorde con los tiempos modernos aprovechando la tecnología
más avanzada y que no se entendía cómo no se hizo antes con
el uso del método rudimentario que venía realizándose.
Los residentes ceutíes están de enhorabuena, por una medida
avanzada y práctica. Bien está perseguir el fraude aunque no
menos importante es facilitar el trámite burocrático del
viajero. Con la nueva fórmula de acreditación, la modernidad
se incorpora a nuestros desplazamientos y las redes que
controlan ya tantas modalidades de nuestras vidas, también
lo harán cuando viajemos. Un avance importante que
celebramos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
