Hay una frase que dice, que más
sabe el diablo por viejo que por diablo, y uno que ya va
cumpliendo sus años está totalmente de acuerdo con la frase
en cuestión, pues aunque algunos no estén de acuerdo, el
cumplir años es una ventaja para llegar al conocimiento de
cosas que con la juventud no se entendían. Por eso cuando me
adelanto a los acontecimientos, me canto aquella frase de la
chirigota gaditana que decía: “no tirarme bocadillos de
jamón, que me voy a mosquear”
No es que sea más inteligente que nadie que, por supuesto,
no lo soy, ya que sigo cada día aprendiendo cosas nuevas y
jamás terminare de aprender. Todo es cuestión de los años
que uno va cumpliendo y que hacen buena la frase del diablo,
que sabe más por viejo que por diablo.
Y halando de frases, hace muchos años, cuando uno era un
niño, leí una frase que se me quedó grabada en el disco duro
de mi pobre cerebro, y de la que no consigo quitármela de
encima, por ser una de las más grandes verdades que he
conocido en larga vida. La frase, en cuestión, decía “Hay
que saber ganar con honor y perder con elegancia”
Y aquí es, precisamente, donde no me beso porque no llego,
adelantándome a los acontecimientos una vez más. Me explico.
Cuando el Partido Popular, ganó las elecciones por mayoría
absoluta, dije y escrito está que, día sí y día no, habría
huelgas y más huelgas, manifestaciones y más
manifestaciones, lanzando al personal a la calle, algunas de
ellas sin razón alguna.
La penúltima de ellas, la gran manifestación en Burgos por
el bulevar de Gamonal. Es justo reconocer que si un pueblo
no está de acuerdo en la realización de alguna obra muestre
su descontento, de la única forma que se puede hacer,
manifestándose pacíficamente, pero nunca llegando, en esa
manifestación, a realizar actos vandálicos, como los que se
está cometiendo no sólo en Burgos sino en otras ciudades
españolas, con la excusa de mostrar su apoyo al pueblo
burgalés.
Esa muestra de apoyo, es la gran mentira en la que se basan
los de siempre, para hacer lo de siempre, quemar
contenedores, cajeros, atacar entidades bancarias y atacar a
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
El problema es, que todos esos destrozos que se realizan,
después lo tenemos que pagar el resto de los españoles de
nuestro impuestos, cuando lo más razonable, seria que
aquellos que han organizado esas manifestaciones, no sólo en
Burgos, sino en las otras ciudades españolas sean los que de
sus bolsillos paguen todos los destrozos causados.
Y esos grupos de incontrolados, donde hay menores paguen sus
papas todos los destrozos, y en el supuesto que no sean
pudientes, esos “nenes” a un reformatorio, y los mayores de
edad, o pagan de sus bolsillos, o pagan en cárcel.
No pagarán nada, y todo seguirá igual, aún habiendo
renunciado el alcalde a la realización de las obras. Ya lo
dice la frase que tengo grabada en el disco duro de mi pobre
cerebro: “Hay que saber ganar con honor y perder con
elegancia”. No es así, sino todos a la calle, para ganar en
ella, lo que no gamos en las urnas.
|