Era la jornada del día después de que los empresarios de los
cuatro polígonos del Tarajal decidieran realizar un día de
protesta por los graves problemas que sufren a diario a la
hora de tener que trabajar.
Como ya informó este diario en su edición de ayer, los
comerciantes decidieron confiar en la palabra dada por el
delegado del Gobierno y su equipo de asesores en la reunión
que mantuvieron en la jornada del martes.
Desde Delegación se le dijo a la representación del
colectivo empresarial que tomaban buena nota de las
peticiones que este les presento, comprometiéndose a poner
soluciones inmediatas.
Pero como dice el refranero español, del dicho al hecho va
un trecho. Y así sucedió y pese a la palabra empeñada, ayer
los problemas fueron los mismos o incluso peor, según
aseguró a este periódico un empresario, que se lamentó de
que debido a la situación que vive este comercio, sus
ventas, al filo de las dos de la tarde de ayer, ascendían a
un montante de siete euros.
Uno de las exigencias solicitadas por el colectivo al
delegado del Gobierno en la reunión del martes fue que no
permitieran en los polígonos a los conocidos como
“plantones”, que son unas personas que ayudan a la Policía
en sus labores -ponen y retiran las vallas y ordenan las
filas- y que reciben como gratificación cierta permisividad
a la hora de pasar bultos hasta el país vecino y de control
sobre los porteadores, labores que, según los empresarios,
les perjudica notablemente, ya que hacen de tapón en los
accesos al paso fronterizo Biutz, aparte de pasar sus
mercancías. Con estos trabajos, los “plantones”, que son los
primeros que pasan y que suelen dar varios viajes, pueden
ganar al día entre 150 o 300 euros, según la jornada,
explicó un comerciante de la zona.
Esto volvió a suceder ayer y según explicaron los
empresarios, al ir a comunicárselo a los agentes de Unidad
de Intervención Policial de la Policía Nacional, uno de los
mandos les comunicó que ellos no habían recibido ningún tipo
de orden por parte de la Delegación del Gobierno en este
sentido.
También ayer, los controles de acceso a los polígonos fueron
realizados por agentes de la unidad mencionada y de la
Policía Local, tal y como venía sucediendo hasta ahora.
Es casual que todo estos problemas llegan a raíz del derribo
de una parte de la escalera que une la rotonda del paso
fronterizo del Tarajal con los polígonos y que los
comerciantes, en su escrito de demandas a la Delegación, han
pedido que se restaure.
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