Una cria de rorcual común de de unos ocho metros de
longitud, pereció ayer varada a la orilla de la playa de
Benítez, pese a los intentos realizados por los GEAS, el
veterinario de la Ciudad y los vecinos de la zona para
evitar el fatal desenlace.
Por dos veces, el animal llegó hasta las costas ceutíes. La
primera de ellas fue alrededor de las 12.00 horas, cuando el
cetáceo quedó varado a la altura de las tres piedras de
Benzú. Allí, los buzos de los GEAS estuvieron más de media
hora trabajando y ayudando al animal a salir de la zona para
que regresara mar adentro. Este árduo trabajo tuvo su
recompensa ya que, el animal, aturdido, comenzó a despegarse
del roqueo para adentrarse hasta las profundidades del
Estrecho, aunque las previsiones no eran nada buenas, ya que
el animal presentaba ciertas deficiencias de salud que
hacían preveer que volviera a buscar la orilla de una playa
cercana para morir, y así fue.
Posteriormente, alrededor de las 14.30 horas
aproximadamente, la misma cria de rorcual salvada horas
antes en Benzú, aparecía ahora en la playa de Benítez. Hasta
allí volvieron a desplazarse los GEAS, el veterinario de la
Ciudad y los propios vecinos de la zona, quienes intentaron
por todos los medios ayudar al animal, pero todos los
esfuerzos fueron en vano, ya que tras más de una hora
luchando por salvarla finalmente, el animal falleció varada
en la orilla de la playa de Benítez.
Las personas desplazadas hasta la playa, una vez fallecida
la cria de rorcual, mostraban su tristeza por no haber
conseguido ayudar al animal a superar esta situación y a
volver al mar para seguir su camino, aunque todo parece
apuntar, que lo que buscaba este cetaceo es llegar a tierra
firme para allí descansar en paz, por algún problema de
salud.
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