Naturalmente, allí sigue estando
la Delegación del Gobierno y es eso, y no otra cosa lo que
hace que ese lugar, cómodo por otra parte, se vea invadido,
más veces de las deseadas, por descontentos o descontrolados
que quieren pasar por la propias narices del delegado de
Gobierno su actual situación.
Y mirando la última de las “concentraciones” allí, no creo
que sea el delegado del Gobierno actual, o cualquiera de los
anteriores, quienes tengan que cargar con la responsabilidad
de que ciertas personas, no españolas, por supuesto, estén
desprotegidas y reclamen una libertad de “viaje” para irse
de Ceuta.
Lo de la protesta de una serie de inmigrantes sirios nos
puede parecer razonable, si es que no se encuentran cómodos
aquí, pero lo que no creo que haya sucedido es que ni el
delegado del Gobierno, ni nadie les hayan llamado para que
se vinieran, precisamente, a Ceuta.
Ceuta, y no es poco, ni simple poesía, los ha acogido. En
Ceuta, al menos hasta ahora, han tenido un techo bajo el
cual están viviendo. Pero lo que no creo que sea de recibo
es que, ahora, tengan que exigir que se les lleve a la
península, porque bastaría ese tipo de viaje para que otros,
que tampoco van a la península, empezaran a exigir una
estancia más cómoda y en el lugar que más les apeteciera.
Las pancartas que mostraban nos dan la imagen de gentes que
lo han perdido todo, si es que llegaron a tener algo, que no
tienen nada y que reclaman un lugar al sol, pero fuera de
aquí. Sobre estas peticiones habría mucho que hablar.
Recojo algunas de las pancartas mostradas y que se
interpretan, por sí solas: “la protección internacional no
significa la prisión en el CETI” y otra más, en estos
términos:”Hemos huido de la guerra y hemos caído en una
cárcel”.
Son dos ejemplos de quejas a las que no tendrá que ser
Ceuta, al menos, en principio, nada de todo su sufrimiento,
como no tendrá que entrar en más profundidades de por qué
llegaron a Ceuta, precisamente, y no a Tarragona o a
Castellón de la Plana.
Lo que más claro queda es que estos inmigrantes no entienden
los motivos por los que no se atienden las peticiones de
asilo político.
Y la situación está muy clara, como es que un plato de
comida se puede preparar en pocos minutos, mientras que
tramitar todas esas documentaciones, con tacto, para que
tengan su salida a tono con la ley, se tarda muchísimo más.
Llegados a esta situación, eso de las exigencias, nada de
nada, más bien lo que habría que hacer es tramitar todo como
es debido y si tienen que salir de aquí, bien, muy bien,
pero por el camino más recto.
Atrás parecía que habían quedado los incidentes de finales
del mes de octubre y atrás parecía que estaban apartados los
movimientos de Melilla, y he dicho parecía y no “está
claro”, porque todo eso se ha ido larvando, poco a poco, y
ahora ha vuelto a repuntar el conflicto que no llegó a
estar, totalmente, apagado.
Los sirios buscan algo más, ellos no se muestran cómodos en
el CETI, lugar al que llegaron y en el que hay algunos que
ya llevan viviendo mucho tiempo.
Los puntos hacia donde más miran pueden ser sirios o de
otros países: Turquía, Líbano, Irak, Jordania o Egipto,
aunque haya algunos, muy pocos, que tratan de asentarse en
cualquier país europeo.
Y si es que había pocos problemas, con estos se nos añade
otro granito más para que sigan creciendo los problemas en
Ceuta.
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