Son dos problemas, aunque de
diverso calado, en una parte y en la otra. En un caso, en el
burgalés, porque hay un proyecto para transformar una calle
y dejarla más cómoda, en apariencia, aunque eso no parece
que lo compartan todos los vecinos.
En el otro caso, en torno a la frontera del Tarajal, el
problema viene planteado, desde hace mucho tiempo, con unas
instrucciones para el paso que, sin lugar a dudas, en unos
dominios civilizados no deberían tolerarse.
Así, con proyecto de una parte, y con la aventura en la otra
parte, la población no se pone de acuerdo con los
gobernantes que, en todos los terrenos y en todas las
provincias de España tienen su propia problemática, si es
que queremos lo mejor y si estamos trabajando para que los
ciudadanos tengan mejor nivel de vida.
Desde antes de finalizar 2013, los problemas que se han ido
planteando en Ceuta han sido muchísimos y, curiosamente,
todos ellos solucionables, si había buena intención para
ello.
Con la llegada de 2014, los problemas anteriores siguen ahí,
patentes, pero a esos se vienen añadiendo otros que dejarán
en “paños menores” a lo que, estando planteado, no se había
podido solucionar, con una marcha atrás, ahora mismo, del
propio señor alcalde.
Si de aquí nos vamos a la capital burgalesa, en la que según
se dice desde allí mismo está instalada la derecha más
rancia de nuestro país, nos encontramos con que, a medida
que pasan las horas, la situación se hace más complicada y
si bien es cierto que, momentáneamente, se ha dado una
tregua desde el Ayuntamiento, para reflexionar y para ver
qué solución se puede dar, no menos cierto es que “también”
personas ajenas a Burgos y a los burgaleses están entrando
en acción, sin que nadie les haya convocado y eso puede
agravar, además de perjudicar, con los retrasos y los
desperfectos que se van a ir dando.
Vista la situación burgalesa, que puede darse en cualquier
otra parte, desde hoy mismo, porque si esto sigue avanzando,
en Burgos, y la propia administración no da una solución,
nos podemos encontrar con que cada vez que una corporación
legalmente constituida y con toda la documentación en regla,
se disponga a llevar a cabo un proyecto, se van a poder
encontrar con que salten las protestas de todos, los unos
porque viven allí y otros porque se daba la circunstancia de
que iban de paso y se han querido sumar al alboroto. Esto
habrá que atajarlo, es cierto que con las leyes, pero
haciendo uso de ellas.
Yo estoy de acuerdo en que un Ayuntamiento tiene que
programar, no desprogramar, para establecer cambios de
mejoras en sus dominios, posiblemente eso bastaría si el
vecino de al lado no tuviera otro tipo de intereses que le
beneficiaran más, con lo que, además de andar con pies de
plomo, los ayuntamientos van a tener que hacer auténticas
maravillas para avanzar.
Vivas, volviendo a Ceuta, hasta ahora, aunque haya tenido
frente a las puertas del Ayuntamiento a varios grupos
haciendo “sus” reclamaciones, no ha tenido mucho “cuerpo a
cuerpo” con nadie, esperemos que, de ahora en adelante, las
cosas incluso le vayan mejor, pero poniendo él, también,
algo de su parte.
Y ya que estamos con obras de “aparente mejora” de algún
tramo, aquí en Ceuta, como es la Marina, parece que es hoy
cuando terminan las ofertas para las obras programadas ahí.
Este tipo de obra ha sido muy contestada, hasta ahora,
incluso desde dentro de la propia casa, ahora, cuando todo
salga a escena ya veremos hasta donde llega y ya nos
empezamos a temer con otra de río revuelto, que esperemos
que no se llegue a desbordar.
|