CEUTA.- El ceutí Julio de Antón López regresa a su tierra
natal para presentar mañana su libro ‘Policía Nacional:
Historia Resumida (1782-2000). El acto tendrá lugar en la
Biblioteca Pública a partir de las 20.00 horas y en él, De
Antón desvelará algunas de las anécdotas que recoge esta
obra en la que cuenta el origen del cuerpo y su peso en la
historia de España. Este ceutí ha publicado trece libros
sobre distintos contenidos, entre ellos Juventud difícil,
Delincuencia juvenil y Factores que promueven la violencia
en el deporte. Es un conferenciante habitual sobre la
prevención de la delincuencia juvenil, y en su currículo
destaca que fue preceptor del Príncipe de Asturias entre
1975 y 1982, o director general de Seguridad en Ceuta.
Pregunta.- ¿Qué se encuentra el lector en la historia
resumida de la Policía Nacional?
Respuesta.- Es un libro que resume tres tomos míos
anteriores, de 1.456 páginas en 318, para darle al lector
todas las posibilidades de que comprenda la historia de la
policía española, que tiene trescientos años.
P.- ¿Se puede desvelar alguna anécdota que recoja en el
libro?
R.- Le puedo dar alguna anécdota curiosa. En el año 1908, en
las órdenes generales, había averiguaciones de domicilio y
paradero de personas, pero en una de ellas había que
averiguar domicilio y paradero de una jaca, que respondía al
nombre de Carbonera y que se había escapado del Pardo en
dirección a la Moraleja. Mire por donde, en los primeros
tiempos la Policía se dedicaba a averiguar el domicilio y
paradero, y correspondiente detención de jacas tordas, y
anécdotas como esas hay a montones en el libro.
P.- ¿La figura de la Policía Nacional cómo ha variado a
lo largo de toda su historia?
R.- En principio ha tenido nombres diferentes, uniformes
diferentes y modelos diferentes. Es sabido que existen tres
motivos del origen del cuerpo a los que apuntan los autores
más reconocidos. El primero es la Superintendencia General
de la Policía de Carlos III, otro es la Superintendencia
General de Fernando VII, y la tercera posibilidad, la más
reciente, la de 1908 de Alfonso XIII. Con la que yo no estoy
de acuerdo es con la que implantó el señor Cotino en 1824,
de Fernando VII, porque fue a coger al rey Borbón más tonto
y además en la época más absolutista. Luego este mismo rey
la suprimió por ineficiente. A la que me sumo yo es a la de
Carlos III, que es anterior. Este es el rey que genera la
Superintendencia General de la Policía más antigua, y además
es un rey más interesante. Otras tesis apuntan a 1908 porque
a partir de 1905 se genera la primera Escuela de Policía
española, y desde el 1 de enero de 1908 se anuncian
disposiciones, reglamentación, averiguaciones, etcétera.
P.- Las series policíacas están de moda, y como profesor
que ha sido de Psicología Criminal ¿cree que estas series se
ajustan a la realidad o que son muy fantásticas?
R.- Algunas veces la realidad supera la ficción. En la
televisión o el cine, la ficción se multiplica, pero hay
algunos casos reales que la han aumentado. Por ejemplo, yo
cuento en la presentación del libro como un asesino que la
policía rusa le pide a España se trata de un individuo que
al efecto de cobrar una póliza de seguro a la víctima le
quita la piel de la cara, la nariz y los ojos, y se los
pone.
P.- ¿Los criminales se ajustan siempre a un perfil
establecido?
R.- Hay dos clases de criminales. Están los que tienen
trastornos de la personalidad y los normales. Estos últimos
son personas que por aburrimiento, sentimiento de culpa, por
motivos emocionales, etcétera, cometen delitos
irresponsables o negligentes. Primero hay que hacer un
perfil de ese sujeto, ver su genotipo, el ambiente que le
rodea... Hay que hacer un estudio singular de cada uno.
P.- ¿El crimen perfecto existe o la Policía siempre va
por delante?
R.-Entre criminales y policías nos hemos construido todos
juntos una ciencia, que es el método científico de la
Policía. En principio se hace la inspección ocular del
escenario del delito y a partir de ahí hay una metodología
inductiva de búsqueda de pruebas indiciarias, y por último
se investiga el crimen.
P.- Usted fue director general de Seguridad en la ciudad,
desde fuera ¿cómo se ve la seguridad aquí en Ceuta?
R.- Yo estoy muy pendiente de Ceuta, consulto todos los días
el periódico y entonces veo que la inseguridad ciudadana en
Ceuta está dentro de la normalidad, incluso por debajo. Lo
que está claro es que hay mucha población migratoria,
procedente del centro de África, y el CETI está lleno de
personas empujadas por el hambre, el miedo, etcétera, y
cometen algún delito que otro. Luego la presencia de 17.000
a 20.000 musulmanes pasando la frontera a diario, también
supone un riesgo delictivo. Pero por lo demás, Ceuta es muy
fácil de controlar. Al ser como una isla, es fácil
investigar el crimen. Cerrando las fronteras, el bicho está
dentro.
P.-Usted ha sido docente durante muchos años, ¿qué es lo
que más destaca de su trayectoria, además de su periodo como
preceptor del Príncipe Felipe?
R.- Mi fase más bonita es cuando era profesor de Educación
Física en Ceuta y me distribuía entre el Taller Escuela
Sindical Virgen de África y en el Instituto de Ceuta. En el
taller, tenía gente muy humilde y en un patio, con una
cuerda y dos postes, salimos campeones de balonvolea en
Ceuta y luego campeones regionales de Andalucía. Yo tenía un
equipo precioso y para mi fue una satisfacción, haber sacado
de su sitio al Taller Escuela Sindical. Luego en el
Instituto preparé una exhibición con los 100 niños de
Carmina Burana que la presentamos en Madrid. Es una época
muy bonita para mi. En la del Príncipe recibí mucho cariño y
la satisfacción de preparar a un Príncipe.
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