La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, confirmó ayer
lunes que las cuchillas instaladas por el Gobierno español
en la valla de Melilla para frenar la entrada de inmigrantes
irregulares no vulneran la legislación de la UE, pero ha
recomendado medidas alternativas de vigilancia fronteriza
basadas en el análisis de riesgos, la cooperación o el
intercambio de información.
“Aunque la Comisión reconoce que el empleo de una valla
reforzada por cuchillas u otros complementos no está
prohibido por el Derecho de la UE como medida de vigilancia,
la Comisión no fomenta tal uso, sino que incita a los
Estados miembros a utilizar medidas alternativas de
vigilancia fronteriza basadas en el análisis de riesgos, la
cooperación y el intercambio de información, ejemplificadas
por el sistema europeo de vigilancia de fronteras”, ha dicho
Malmström en respuesta a varias interpelaciones de
eurodiputados españoles del PSOE, IU y Aralar.
“La Comisión es consciente de la situación concreta de Ceuta
y Melilla y de la presión que ejerce la inmigración
irregular en estas fronteras exteriores. En ese contexto,
toma nota de la opción elegida por las autoridades españolas
de optar por una valla equipada de cuchillas para disuadir
el cruce de fronteras irregular”, señala la comisaria de
Interior.
Malmström explica que el Gobierno español no notificó a la
Comisión la reinstalación de alambradas de cuchillas en la
valla de Melilla ya que los Estados miembros no tienen
obligación de informar a Bruselas sobre la infraestructura
en sus fronteras exteriores. Por esta razón, el Ejecutivo
comunitario no puede confirmar ni desmentir el uso de
cuchillas por parte de otros países en sus fronteras
exteriores.
“Toda medida de vigilancia fronteriza ha de ser proporcional
a los objetivos perseguidos y debe respetar los derechos
fundamentales y el principio de no devolución”, apunta la
responsable de Interior, Cecilia Malmström
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