La frontera del Tarajal recuperó ayer su normalidad después
de los colapsos que se han dado durante los últimos días. La
jornada del sábado transcurrió sin incidencias reseñables en
el paso fronterizo, ya que el paso de porteadores se da
entre semana. No obstante, el flujo de personas que pasaba
por la frontera con bultos fue constante. Los agentes de la
Guardia Civil fueron dejando entrar a todos aquellos que
llevaban la mercancía en las manos, mientras que paraban a
los que la llevaban a la espalda.
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
ya advirtió el viernes de que no se dejaría pasar a personas
con más de 18 ó 20 kilos, o con bultos a la espalda que
ocuparan más de la zona que va de la nuca a la cintura.
Maletas y sillas de ruedas
No obstante, los porteadores siguen intentando saltarse los
límites para ganar mejore comisiones. Algunos incluso
aprovechan maletas o sillas de ruedas para intentar colar la
máxima mercancía posible.
Los empresarios se reunirán el próximo lunes para informar a
los comerciantes del polígono de estos límites fijados para
las mercancías y evitar que las personas se acumulen en el
paso fronterizo porque los agentes las paren al ver que sus
bultos son mayores a lo permitido.
El objetivo es evitar las aglomeraciones en la zona de la
rotonda, donde han llegado a estar 1.200 personas esperando
para pasar al otro lado. El delegado del Gobierno aseguró el
viernes que este es el objetivo prioritario. Aunque ayer la
tranquilidad fue predominante, la prueba de fuego será los
días con mayor actividad de porteadores.
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