Según informa la Jefatura Superior de Policía de Ceuta, “fue
el pasado mes de diciembre cuando uno de los imputados M.A.M.
puso en conocimiento de esta Jefatura Superior que, hacía
unos meses se dio de alta en una página web de búsqueda de
trabajo, desde donde le ofertaron un trabajo consistente en
la realización de transferencias bancarias”.
Para la realización de las mismas, “debería abrir una cuenta
bancaria, en la cual le ingresarían mediante transferencia
una cantidad de dinero”, cantidad que una vez en su poder
“debía transferir a través de alguna de las compañías de
envío de dinero a determinadas personas cuyo domicilio
constaba en Ucrania”.
Una vez conocidos estos hechos, por parte de agentes de
Policía Judicial se inició la oportuna investigación, en
relación a una actividad delictiva conocida como estafa
bancaria en su modalidad de “phising”, “logrando evitar el
envío a Ucrania de parte del dinero que se le envió a M.A.M.
mediante transferencia”.
Asimismo, en el curso de la investigación “se logró
identificar a la persona a la cual le había sido sustraído
el dinero que fue enviado al imputado M.A.M., la cual en
diciembre del pasado año, mientras se encontraba realizando
una transferencia bancaria, notó cómo apareció una nueva
página de la entidad desde la que estaba realizando la
transferencia, que le pareció un poco extraña, aunque
continuó con su gestión; apercibiéndose posteriormente, una
vez consultado el extracto de su cuenta bancaria, que de
forma fraudulenta le habían transferido a dos cuentas
corrientes distintas casi 10.000 euros. Por lo que interpuso
la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil”.
Gracias a estas cuentas se pudo identificar a los dos
imputados en la investigación, domiciliados uno en Ceuta y
otro en Almería, que “actuaban como ‘mulas’, enviando el
dinero que con anterioridad le habían transferido a sus
cuentas bancarias, a los cuales se les considera como
colaboradores necesarios para la consecución del fin ilícito
perseguido”.
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