Aparte de las críticas y peticiones realizadas por las
organizaciones empresariales, Cámara y Confederación de
Empresarios, para que se pongan fin a los problemas
existentes en el paso fronterizo del Tarajal, éstos ya han
comenzado a indignar a los vecinos de las barriadas
colindantes, a los que los grandes caos circulatorios que se
vienen sucediendo desde la pasadas fechas navideñas sin que
nadie parezca darle solución.
Fueron muchos los vecinos que ayer manifestaron a este
periódico que lo que está sucediendo es indigno para las
personas, y algunos, incluso, llegaron a declarar “que
encima nos encontramos con tener que soportar los
problemas”.
Y es que los accesos se están a las barriadas colindantes se
ven afectados todos los días, puesto que aparte de los
problemas derivados por el paso fronterizo también hay que
añadirle los de las obras en la carretera, que provoca que
sólo esté habilitado un carril para poder acceder a
Marruecos.
Una vecina, que lleva casi treinta años vivienda junto a la
frontera, declaró ayer que jamás había visto algo como lo
que está sucediendo ahora. “Porteadoras y porteadores
siempre han existido, pero lo que pasa en la actualidad es
algo que jamás había visto”.
Para esta vecina, los problemas arrancan desde el momento
que se derribó un tramo de la escalera que comunica la
rotonda de la frontera con el polígono, pasando por la
puerta del colegio público Príncipe Felipe.
“Antes se sentaban aquí y esperaban, refiriéndose a la zona
de antesala de la escalera, la quitaron y mira lo que está
pasando”, dijo.
Ayer, como viene siendo habitual en estos días, la tensión
siguió presidiendo el paso de los porteadores, aunque hay
que destacar que mientras que la Guardia Civil no dejaba
pasar ninguna mercancía a las porteadoras, hay quién se las
ingenia para poder salvar este escollo. Son muchas las
personas que llevan los bultos en sillas de minusválidos y
así pasan las mercancías al país vecino. Ayer, al igual que
todos los días, los malos modos mostrados por algunos
agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado provocaron la
impotencia y el sufrimiento de los porteadores, que pese a
conocer que no pueden pasar las mercancías por el Tarajal,
insisten una y otra vez hasta que lo logran. Ayer, como es
habitual, se produjeron las largas colas y, además, hubo
momentos en los que la situación se tornó imposible,
afectando el caos circulatorio a todos los vecinos.
El problema con la circulación, curiosamente, se da por la
tarde normalmente, ya que en las jornadas de la mañana sólo
es con porteadores.
|
Una persecución revolucionó a todo el personal en la
frontera
Cuando más porteadores había en la
rotonda de la frontera del Tarajal, fue cuando se oyeron
unos gritos de “a ese, coged a ese”. Un individuo salía
corriendo a gran velocidad del paso fronterizo. Detrás
agentes de la Guardia Civil, de la UIP de la Policía
Nacional y de la UIR de la Policía Local. La revolución y el
alboroto fue total en la zona y muchas de las personas que
allí se encontraban no daban crédito a lo que estaban
viendo, aparte de que no sabían lo que pasaba. Según la
información obtenida en el lugar, el individuo en cuestión
conducía un vehículo en el que venían camuflado un
matrimonio inmigrante. Los agentes lograron detenerlo
|