Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aseguran que
sigue creciendo el número de islamistas españoles que han
decidido marcharse a Siria para integrarse en los grupos
terroristas que combaten contra las fuerzas leales al
dictador Bachar al Asad. Así consta en el auto de envío a
prisión provisional del último yihadista detenido en España,
Abdeluahid Sadik Mohamed, el ceutí de 28 años apresado este
domingo en Málaga tras aterrizar en un vuelo procedente de
Turquía. Se le acusa de pasar más de ocho meses combatiendo
en las filas de la organización Estado Islámico de Irak y
Siria (ISIS), un grupo terrorista próximo a Al Qaeda. Al
menos otros 11 españoles y extranjeros residentes en España
habrían emprendido el mismo viaje para alistarse en grupos
yihadistas presentes en Siria y otros países de la región.
Cinco de ellos ya habrían muerto en atentados suicidas.
Según consta en el auto de prisión de Sadik Mohamed, la
marcha de estos jóvenes y los atentados que habrían
protagonizado en suelo sirio “han provocado un efecto
llamada” que sigue fomentando la marcha de islamistas
españoles a zonas en conflicto. El fenómeno afecta
principalmente a la ciudad de Ceuta. Aunque la Policía
Nacional y la Guardia Civil desmantelaron el pasado mes de
junio en una operación conjunta la principal red de
reclutamiento de yihadistas en la zona, los expertos
aseguran que nuevos islamistas españoles han emprendido ese
viaje en los últimos meses.
La gran peculiaridad del detenido en el aeropuerto de Málaga
es que se trata del primer yihadista español conocido que ha
emprendido el camino de vuelta tras combatir en el
extranjero, según el juez de la Audiencia Nacional Ismael
Moreno. Pese a la ausencia de casos previos, el regreso de
los yihadistas o excombatientes a suelo español es desde
hace tiempo una de las mayores preocupaciones de los
expertos en la lucha antiterrorista, por la experiencia y la
formación que atesoran estos individuos y por su
determinación para llevar a cabo atentados. El ministro del
Interior, Jorge Fernández Díaz, ha defendido en numerosas
ocasiones en Bruselas que los países de la Unión Europea
deben armonizar sus legislaciones para protegerse contra
esta nueva amenaza, en auge por el estallido de los
conflictos del Magreb, el Sahel y Oriente Medio. Y la UE ya
ha comenzado a dar algunos pasos para tomar medidas
conjuntas en este asunto.
Un combatiente nacional
Según el juez Ismael Moreno, Abdeluahid Sadik Mohamed
encajaba en el perfil de los llamados combatientes
nacionales. En el auto en el que acuerda su ingreso en
prisión provisional comunicada e incondicional, el
magistrado afirma que hay elementos suficientes –entre
ellos, la propia declaración del acusado en sede judicial–
que demostrarían que sigue siendo “miembro del grupo Estado
Islámico de Irak y Levante (ISIL) (actual Estado Islámico de
Irak y Siria (ISIS), ha sido formado militarmente y tiene
experiencia en combate”. A estos indicios de peligrosidad se
unen la detección de órdenes de los grupos yihadistas a sus
militantes para que cometan acciones terroristas ‘en casa’,
es decir, en sus países de residencia, aunque no se
encuentren en conflicto. España entra en ese supuesto.
Fuentes del Ministerio del Interior consultadas aseguran que
la peligrosidad de este terrorista era máxima y que había
una elevada probabilidad de que intentara cometer un ataque
en España. El auto de su envío a prisión revela que, además
de participar en atentados en suelo sirio contra las tropas
leales a Al Asad, también formó parte de un comando
islamista que atentó el pasado 23 de julio contra la prisión
iraquí de Abu Ghraib, cercana a Bagdad. Los yihadistas
consiguieron liberar a centenares de correligionarios que
estaban recluidos en esa cárcel.
Un viaje que comienza en abril de 2013
Según el auto, Sadik Mohamed partió desde Ceuta hacía
Marruecos el 29 de abril de 2013. El 1 de mayo cogió un
vuelo en Casablanca con destino a Turquía y, una vez allí,
se desplazó hasta Siria. Ya en el escenario de la guerra,
recibió formación militar y adoctrinamiento religioso en un
campo de entrenamiento cercano a Alepo, al norte del país.
Finalmente, acabó integrándose en la organización terrorista
Estado Islámico de Irak y Levante.
Aunque según el auto son 12 los yihadistas españoles o
residentes en España que se han desplazado a Siria, otras
fuentes recogidas por el Real Instituto Elcano elevan la
cifra a 17. Además, otras 25 personas habrían partido desde
España para unirse al Ejército de Liberación Sirio (ELS),
que también combate a Al Asad pero está integrado por
rebeldes ajenos a las ideologías yihadistas.
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