De todos es sabido que las
subvenciones son el mejor caldo de cautivo para la
corrupción. La corrupción está tan extendida en España, que
el que esté libre de pecado tire la primera piedra. No hay
día en que los medios de comunicación, nos hagan desayunar
con algún nuevo caso de corrupción. Así nos crece el pelo a
los españoles.
Por culpa de esa corrupción la credibilidad de la clase
política y de los agentes sociales están bajo mínimos. Tan
baja está esa credibilidad que es el tercer lugar de la
preocupaciones de los españoles.¿Puede acabarse con esa
falta de credibilidad de la clase política, donde la mayoría
de ella es de una mediocridad que espanta?.
La solución es más fácil de lo que parece, sólo bastaría con
quitar todas las subvenciones a partidos políticos y a
sindicatos, que deberán mantenerse con las cuotas de los
afiliados a los mismos. Mantener esas subvenciones, a unos y
otros, volvería a seguir siendo caldo de cultivo para la
corrupción. El problema que se presenta es, quién le pone
los americanos el cascabel al gato.
No se preocupen, ni le den muchas vueltas a la cabeza, en el
supuesto que a la cabeza se le puedan dar vueltas, las
subvenciones, a partidos políticos y a los agentes sociales,
se seguirían dando y aquí no pasa nada, para que todo siga
igual y ninguno de los “trincones” vayan a dar con sus
huesos en la cárcel. Eso de dar con sus huesos en la cárcel,
de todos estos “trincones”, sería un autentico milagro. Y ya
se sabe que los milagros no se dan así como así
Ya que copiamos tanto de los americanos, por qué no copiamos
en las elecciones el sistema que tienen ellos, sin que
reciban ninguna subvención por parte de nada ni de nadie,
que por supuesto las mencionadas subvenciones, en España,
salen del bolsillo de todos los españoles.
Se hacen cenas de gala, festejos con intervención de
artistas de renombre, pagando los cubiertos a altos precios,
y con la recaudación de los mismos, más las aportaciones
personales de los simpatizantes se pagan los gastos de la
campaña. No caerá esa breva porque no interesa. Seguiremos
con las mencionadas subvenciones, y aquí paz y allá gloria.
Y ya que hablamos de elecciones, por qué no se cambia, de
una vez por todas, el sistema electoral. Obligando a todos
los partidos que quieran tener representación en el Congreso
de los Diputados, a presentarse en todo el territorio
nacional. No es de recibo, que un partido que se presenta en
todo el territorio nacional saque muchos más votos, que
aquel que se presenta sólo en su Comunidad Autónoma y tenga
menos representación en el Congreso de los Diputados.
Tranquilos, a igual que antes les decía, no le den muchas
vueltas a la cabeza, eso no interesa hacerlo. Como tan poco
interesa ir a una segunda vuelta, haciendo desaparecer a los
“partidillos”, ni mucho menos las listas abiertas pues, con
ellas, desaparecerían del mapa político, todos esos
mediocres que abunda en la política por deseo de los mandas,
dándoles un puesto en sus listas. ¡¡Cuñaoo!!
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