La actual situación, tras los
recursos de dos funcionarias contra la reordenación del
sector público empresarial y que en los últimos días han
sido presentados también por más funcionarios, es un
verdadero galimatías, a la vista de la realidad que se ha
desatado. Un tema tan controvertido que, a medida que ha ido
pasando el tiempo, se ha enrevesado de tal manera, que los
propios sindicatos han convocado para el próximo día 8 a sus
delegados y afiliados a una asamblea informativa en la que
disipar sus dudas y tratar de tranquilizarles.
La reestructuración de las sociedades ha levantado ampollas
entre el personal de la Ciudad Autónoma de Ceuta, porque se
entiende que cualquier decisión de las que nos tiene
acostumbrados el Gobierno de Juan Vivas, podría desencadenar
un caos de grandes dimensiones cuyas consecuencias serían
imprevisibles. En el caso de que los recursos prosperaran,
la situación se agravaría de tal manera que, en la
actualidad, nadie es capaz de determinar sus consecuencias.
Además, si las actuaciones de quienes intervengan se
declaran nulas de pleno derecho ¿se imaginan el caos
desencadenado? Lo cierto es que bajo el objetivo de
racionalizar la estructura de la Administración local en
base a los principios de eficiencia, estabilidad y
sostenibilidad financiera, y en el supuesto nada extraño de
que los recursos presentados ya por varios funcionarios
prosperaran ante la Justicia, el desencadenante podría
conllevar graves perjuicios para los empleados públicos
fusionados. Por ello, el tema está caliente y la
desconfianza cuando no la inquietud, vienen como
consecuencia de los hechos desatados.
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