La Policía Local se incautó el pasado martes por la tarde de
7,5 kilos de hachís. El suceso se produjo cuando, agentes
que se encontraban de servicio observaron una actitud
sospechosa de un individuo que se encontraba junto a unos
contenedores en la barriada de Juan Carlos I y que portaba
una gran bolsa deportiva.
Al acercarse los policías del Cuerpo Municipal, corrió en
dirección al barrio de Príncipe Alfonso. Los agentes
solicitaron refuerzos para localizar al sujeto, que al final
logró escapar por las intrincadas callejuelas de esta
barriada. El individuo, antes de su huída, arrojó la bolsa
junto a unos vehículos y al acercarse los policías
observaron que en su interior había una importante cantidad
de droga dispuesta en placas. A pesar del intento de los
agentes, el resultado de la detención fue negativo.
Al no encontrarle, agentes se entrevistaron con varios
vecinos de la barriada y uno de ellos les informó de que
había visto a otro individuo más junto al presunto autor de
los hechos en instantes previos a la escapada. Una vez
realizado el pesaje de la droga, la cantidad incautada
rondaba aproximadamente los 7,5 kilos. Hasta el día de ayer
se desconocía la identidad del individuo, según señalaron
fuentes cercanas al Cuerpo Municipal.
Incautaciones
Una de las incautaciones de similares características
llevadas a cabo por el Cuerpo que dirige Ángel Gómez fue el
pasado mes de octubre de 2012 cuando, el día 30 agentes
detuvieron a un individuo con 515 kilos de hachís. Miembros
de la Unidad de Seguridad Ciudadana arrestaron a un
ciudadano marroquí de unos 35 años cuando transportaba por
la vía pública una bolsa, en la cual había droga. La
actuación se desarrolló en la barriada de Loma Margarita
sobre las 17.00 horas y la intervención se produjo después
de que agentes de servicio en la zona procedieron a
“identificar a un individuo que les había resultado
sospechoso”.
El sujeto incluso aprovechó para empujar a los agentes y
salir huyendo en dirección a una caseta destinada al cuidado
de gallinas y otros animales. Los policías vieron al
individuo tratando de ocultarse en el habitáculo y, cuando
llegaron a la caseta, comprobaron que en el interior había
varios fardos de hachís repartido en bloques y que estaban
envueltos con varias capas del plástico y tela asfáltica. La
droga arrojó un peso de 515,650 kilogramos.
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