Los funcionarios alzan la voz.
Parece que algo está cambiando en la Ciudad Autónoma de
Ceuta cuando hay empleados públicos que no comulgan con
ruedas de molino y dispuestos a enmendar la plana al propio
Gobierno de Juan Vivas que ha sido, en algunos casos,
generador de ciertas cuestiones escabrosas y que intentaron
políticamente la cobertura del técnico de turno para darle
virtualidad. Ya tuvimos en el caso Urbaser un
técnico-contable al que se trató de vilipendiar
miserablemente desde algún medio afín al Gobierno, por el
simple hecho de tener la valentía de “mojarse” y poner en
cuestión procedimientos y conductas incorrectas.
La irrupción ahora de dos funcionarias con idéntico
comportamiento de no ser dóciles ni asumir procedimientos de
Derecho administrativo que entienden irregulares, no hace
mas que poner en el disparadero al Gobierno Vivas,
acostumbrado a contar con algún que otro empleado público
“de confianza” al que utilizar para sus actuaciones con
“informes a medida” como atribuyó la oposición en algún
Pleno al Ejecutivo, a la vez que apostilló que no todos
aceptan esos comportamientos tan afines a los que mandan.
Si la actitud de quienes muestran su desacuerdo con las
conductas políticas es la que hemos comprobado con las dos
últimas funcionarias, a las que pueden secundar más, quiere
decirse que se estrena un sendero que puede conducir a
clarificar más de un entuerto que, hasta ahora, había estado
más o menos diluido en el camuflaje del silencio y que en
las actuales circunstancias, puede salir a la luz. Parece
que ya comienzan a conocerse identidades de quienes están
“cansados de tapar” y se va a montar una verdadera
revolución. No cabe otra.
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