La Consejería de Educación, Cultura y Mujer ha programado el
último espectáculo de La Shica para el 17 de enero a las
21.00 horas en el Teatro Auditorio del Revellín. Se trata
del show musical Espain, dolor del bueno, en el que la ceutí
Elsa Rovayo y Andreu Buenafuente, director y guionista,
bucean en el pasado folclórico y lo actualizan para ofrecer
un cóctel entre Beyoncé, Lady Gaga, Lola Flores y Björk.
Las entradas están a la venta desde hoy, lunes, en la
Taquilla del Teatro, que abre de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a
20.00 horas; y en Internet, en el portal de la Ciudad (www.ceuta.es).
Cuestan 10 euros las localidades para el patio de butacas y
8 euros el asiento en el anfiteatro. Sobre esos precios se
aplicarán descuentos de 2 euros para niños, titulares del
Carné Joven, mayores y miembros de familia numerosa.
Espain une el cante con loops electrónicos, pianos de
juguete y recursos cercanos al video-creación, la danza
contemporánea y el cabaret, una mezcla que permite que la
artista se muestre en todas sus facetas. El espectáculo
descontextualiza algunos tópicos de la cultura, el arte y la
música para actualizar ese folclore por medio de un
ejercicio de recuperación de la memoria que además de
lúdico, emocionante y respetuoso es divertido y moderno.
En definitiva, La Shica y Andreu Buenafuente, “el mejor
compañero de viaje”, ha dicho la ceutí, cambian la forma a
la presentación de la herencia musical para vencer la que
consideran que es la barrera entre el interés de los
espectadores y el arte español. El resultado busca la
conexión del público actual con una herencia presentada con
otro envoltorio, el que resulta de actualizar lenguaje,
vestuario, arreglos… en definitiva, la forma.
Lo que piensan los protagonistas
“Aquellas canciones en blanco y negro, curiosamente parecen
cantar y contar lo que nos pasa ahora. ¿La ley del péndulo?
Quizá hayamos enterrado, por vergüenza o por necesidad,
prácticamente todo lo que ocurrió en España antes de los
años 80. Y eso no puede ser. No debe ser así. Creo que en
algunas cosas no hemos cambiado tanto. Puede que sí en la
forma, pero no en la esencia. Y ahí es donde creo que está
la barrera entre el interés de los espectadores y el arte
español: en la forma”, explica La Shica.
“Nuestra música ya se ha fusionado con casi todo y muchas de
esas fusiones han dado buenísimos resultados, pero Espain
aún va un poco más allá. Sustituir las peinetas y vestidos
de faralaes por ropas más similares a las que se utilizan
ahora. En lugar del cante hondo con yunque y martillo, cante
hondo (y no tan hondo) con loops electrónicos, guitarras
flamencas con efectos, estetoscopios, cachivaches varios… No
se trata de recrear el pasado, sino de reflejarnos en ese
espejo y descubrir qué conservamos. Y, al hacerlo,
congraciarnos con nosotros mismos, aceptarnos, celebrándolo
y mostrándolo por todo el mundo”, completa Buenafuente.
|