El fotógrafo linense de La Verdad del Campo de Gibraltar,
Marcos Moreno, permaneció diez horas detenido en Tánger,
donde había acudido a realizar un reportaje sobre
inmigración para el periódico El País.
El fotógrafo fue sorprendido por agentes de las fuerzas
auxiliares militares de la Gendarmería marroquí en la zona
de la playa de Malabata con un grupo de inmigrantes que se
portaban una balsa, la que empezaron a inflar al llegar a la
playa y, al comprobar que portaba una cámara fotográfica, lo
retuvieron durante varias horas en una garita en mitad del
campo alegando que lo que estaba haciendo era ilegal y le
trataron de quitar su herramienta de trabajo. Tiempo después
se hicieron cargo de él varios policías de la Gendarmería
que acudieron al lugar y lo trasladaron a una comisaría de
Tánger.
Ya en este lugar, y según el relato del fotógrafo, se le
requirió en varias ocasiones la entrega de las tarjetas, si
bien alegó en todo momento que no tenía material
fotográfico, ya que no que no fotos realizó en aquella zona
del norte de África.
Personal del consulado español en Tánger acudió a las
citadas dependencias policiales, así como lo hicieron
también sus compañeros redactores que se percataron de su
desaparición, quedando también retenido en las dependencias
policiales, aunque luego se logró su puesta en libertad tras
diez horas de detención en total.
Marcos Moreno declaró a este diario que en todo momento
recibió un buen trato, aunque dijo que antes de ser puesto
en libertad se le instó a firmar un documento en árabe, cuyo
contenido desconoce por no saber hablar el idioma.
También subrayó que durante su estancia en las dependencias
se le identificó y también se le preguntó por los nombres de
sus padres. Moreno, que sigue muy de cerca todo lo
relacionado con el mundo de la inmigración en la zona del
Estrecho de Gibraltar, regresó a La Línea la noche del
pasado miércoles y ya ayer pudo trabajar con normalidad para
La Verdad del Campo de Gibraltar.
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