Las entradas de inmigrantes irregulares en Ceuta han
aumentado un 170 por ciento en lo que va de año, según
anunció ayer, jueves, en el Senado el ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo,
que ha reconocido que las dos ciudades autónomas “sufren de
manera especial” la presión migratoria.
Este ascenso también se ha producido en Melilla, aunque el
incremento no ha sido tan espectacular como en Ceuta y se ha
quedado en un 18,7 por ciento, con 2.413 casos, según los
datos aportados por el ministro a la Comisión de Asuntos
Exteriores de la Cámara Alta.
Donde sí se ha producido un descenso es en el número de
llegadas de inmigrantes irregulares a las costas españolas,
siguiendo la tendencia de 2012, cuando bajaron un 30 por
ciento. En lo que va de 2013, se ha producido una caída de
un 17 por ciento. Si el año pasado, llegaron 3.454
inmigrantes a nuestras cosas, hasta noviembre de este año la
cifra se quedaba en 2.867.
Para aliviar esta presión migratoria, el Gobierno ha
reforzado, en el ámbito de la cooperación con otros países y
organizaciones, instrumentos novedosos como el programa de
Retorno Voluntario con la Organización Mundial de
Migraciones, la creación de centros policiales conjuntos con
Marruecos en Algeciras y Tánger y la creación de un equipo
hispano marroquí de análisis e investigación en inmigración,
entre otras medidas.
También ha anunciado una próxima reunión en Alicante de
varios países europeos mediterráneos donde la inmigración
estará en el centro de sus conversaciones.
García-Margallo ha calificado de “modélica” la cooperación
con Marruecos en la lucha contra la inmigración y ha
saludado la nueva política de inmigración, asilo y refugio
anunciada por las autoridades alauíes, y que es “acorde con
las buenas prácticas internacionales”, según el ministro.
El jefe de la diplomacia española ha señalado que España ha
ofrecido a Marruecos “asistencia y asesoramiento” para la
implementación de esta nueva política.
Los resultados de la colaboración entre los dos países están
dando muy buenos resultados y Rabat está poniendo los medios
necesarios para que este fenómeno de la inmigración sea
frenado en su país. Así son ya muchas las operaciones que se
han llevado a cabo por parte de las autoridades del país
vecino en las zonas cercanas a la frontera del Tarajal.
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