Buenos días, Ceuta.
Veo que se está llevando hasta el paroxismo el furor contra
Catalunya por la actuación de parte de sus políticos en el
tema de una pretendida independencia.
Vayamos por partes.
El evento político que se convoca para el 9 de noviembre de
2014 NO ES UN REFERENDUM, es simplemente una consulta para
“saber cuánta gente está predispuesta a proyectar una
hipotética independencia”.
El doble juego de Artur Mas resulta bastante complicado de
entender por la mayoría de los ciudadanos, incluso los
políticos, y esa doble vertiente de su actitud tiene otros
fines, no declarados, que el de lograr una hipotética
independencia.
La hipótesis más cercana a los deseos de Artur Mas, y por
consiguiente de su partido político, es de un Estado Federal
que por “seny” no quiere declarar, sus razones tendrá, y
sabe perfectamente que intentar realmente la independencia
sería un fracaso total.
Es consciente, Artur Mas, que la infraestructura general de
un país, hoy en día, está soportada por los lobbies
económicos y financieros más que nada.
Querer la independencia sería partir de cero en todos los
conceptos necesarios en un país: desde la economía hasta la
infraestructura social (educación, fuerzas de seguridad,
sistema judicial, sanidad, transportes, etc.), y eso es
realmente inviable en la posición actual de la Comunidad
Autónoma de Catalunya. Esto lo sabe bien Artur Mas.
Por otro lado, la posición del Gobierno español suena
ridícula, más parecida a una batalla oral callejera de los
barrios bajos que de una auténtica democracia.
El Gobierno central saber perfectamente que cualquier
Comunidad podría declarar la independencia por muchos
artículos de la Constitución que lo prohíban porque,
precisamente, declarar la independencia no implica cumplir
los preceptos de la Constitución de un país extraño.
Pero no teman, no se llegará a este extremo por los motivos
que escribo más arriba y otros muchos que no voy a expandir
en esta ventana. Esto es seguro.
Meditemos, a nivel popular, que si Artur Mas consigue esa
pretendida independencia… ¿de dónde sacará la financiación
de todos los componentes ineludibles de ese hipotético
Estado independiente? ¿Los pensionistas, los cientos de
miles de pensionistas, seguirán cobrando puntualmente su
pensión íntegra? ¿Habrá dinero suficiente para satisfacer
los sueldos de los funcionarios necesarios para mover al
país, por no hablar de un hipotético ejército?
A menos que Artur Mas tenga una carta escondida en la manga:
disponer del capital necesario (lobby, país, etc.) guardado
secretamente. Pero eso es realmente difícil, pero no
imposible.
Vamos hombre, meditemos tranquilamente todo esto.
¿No os extraña que su proyecto tenga dos preguntas?
Esas dos preguntas no pueden pertenecer a ningún referéndum,
al ser dos cosas muy diferentes, por cuanto desear la
denominación de Estado no es precisamente declarar la
independencia.
Piensen que si la pregunta sobre desear un Estado resulta
confirmada por los votantes y la de querer la independencia
un fracaso… ¿Cómo se comerá, Artur Mas, esto?
Es, simplemente, un tanteo democrático lo mismo que si yo me
pusiera a trabajar en realizar una consulta a nivel nacional
con ¿Quiere que Mariano Rajoy siga de Presidente? ¿Damos
carta blanca al mismo?
Lo que veo claro es el tremendo miedo que tiene el Gobierno
de Mariano Rajoy a que se lleve a cabo esa consulta. Si no…
¿Por qué se empeña en no admitir esa consulta?
Estamos en un país supuestamente democrático y si la
soberanía residen en el pueblo ¿por qué no se ha de permitir
eso? cuando una parte de ese pueblo desea presentar
propuestas…
En fin, la vida sigue y yo también.
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