Días pasado se produjo un intento de entrada de una balsa
con 59 inmigrantes y era la primera vez con un número tan
elevado de ilegales. La propia Marina Real marroquí los
detuvo. Para González Pérez, el problema no son los
inmigrantes sino las mafias. “El problema no son aquellas
personas que huyen del hambre, de la guerra; es de las
mafias que los manejan e impulsan a arriesgar la vida y,
además, sin ningún tipo de escrúpulos”.
El delegado reconoce que “no es la primera vez que los han
abandonado a su suerte en barcos, barcas o pateras, que no
tenían la más minima condición de flotabilidad y como el
estrecho se lo traga todo, a las mafias les da igual. A la
parte que estamos en el mundo occidental, sí nos afecta
estas situaciones, porque tenemos el concepto y el valor de
la vida en una altísima estima”.
El problema para González Pérez, es que las mafias están
actuando de forma distinta. Cuando se están produciendo esos
intentos por las dos bahías de Ceuta, la norte y la sur,
“los famosos elementos persuasivos generan disuasión para
que no se produzcan ese tipo de entradas a lo largo de la
frontera”.
González dice que “por eso lo intentan por mar. No hablamos
de trampas sino de elementos disuasorios, que son aceptados
por Europa, pese a que hubo un mal entendido”.
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