El 10 de diciembre de 1948, la
Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero hasta la
fecha, tanto el preámbulo como los treinta artículos que la
componen, no han tenido la difusión deseada ni su estricto
cumplimiento, porque en muchos estados se vulneran algunos
derechos sistemáticamente, entre ellos, en España, donde se
han recortados derechos fundamentales, como consecuencia de
la política represora ejecutada, sobre todo, en los dos
últimos años, por el Gobierno estatal de Mariano Rajoy del
Partido Popular.
El espíritu de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos es que: “Los seres humanos nacemos libres en
igualdad de condiciones, dignidad y derechos. Y dotados como
estamos de razón y conciencia, debemos comportarnos
fraternalmente los unos con los otros”. Por lo tanto, toda
persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta
declaración sin distinción de raza, color, sexo, religión,
opinión política o de cualquier otra índole de origen
nacional, social, posición económica, nacimiento o en otra
situación. Y por ello, todo individuo tiene derecho a la
vida, a la libertad, a la seguridad de su persona sin que
nadie pueda ser sometido a esclavitud, servidumbre, torturas
ni a penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes. Pero
tampoco podrá ser arbitrariamente detenido, preso,
desterrado ni ser objeto de ingerencias arbitrarias en su
vida privada, la de su familia, domicilio o correspondencia,
ni sufrir ataques a su honra o a su reputación.
En este 10 de diciembre de 2013, cuando se cumplen 35 años
de dicha proclamación de los Derechos Humanos. Líderes
políticos, reyes y personalidades diversas internacionales,
así como decenas de miles de ciudadanos sudafricanos…
celebraron el funeral de Nelson Mandela en el estadio Soccer
City de Johannesburgo, encabezando la delegación española el
príncipe Felipe y el presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
Significativo de esta ceremonia fue que, los sudafricanos
despidieron a Mandela con cantitos durante los días que
duraron los funerales. Habiendo pasado, Nelson, a los anales
de la Historia por defender los derechos y libertades,
costándole ser tiranamente encarcelado durante 27 años. Con
la grandeza, además, tras ser liberado de su cautiverio, de
llevar siempre la sonrisa en su semblante y alma sin mostrar
rencor alguno contra sus justicieros.
Desagradablemente, cuando el mundo estaba cariacontecido por
su descomunal pérdida para la humanidad, el presidente de
los EE.UU., Barack Obama, que se encontraba junto a su
esposa en la tribuna de autoridades de dicho funeral, se
pegó un roneo y risas con la primera ministra danesa, Helle
Thorning-Schmidt, ante la desaprobación de su esposa, la que
aprovechó cuando su afroamericano cónyuge estaba dando el
discurso, para cambiarse de asiento colocándose entre su
marido y la rubia mandataria danesa. Imágenes que han dado
la vuelta al mundo, como las del falso traductor del
lenguaje de signos para sordomudos.
Pero también traspasó fronteras españolas, la nueva ley de
seguridad ciudadana, que se ha sacado de la manga el
represor Gobierno estatal, con la totalitarista intención de
meter miedo y la mano en la cartera a través de multas
sancionadoras, a todo aquel que se manifieste contra sus
dictados y acciones inquisitorias.
Y si en tiempos de ‘Isidoro’, su ministro del Interior el
electricista Corcuera, sacó una polémica ley de seguridad,
siendo denominada como la de ‘la patada en la puerta’. Hoy,
sin embargo, nuestra situación es peor, porque hasta te
pueden meter un micrófono debajo de la polvera. Siendo esta
ley de seguridad del ministro Fernández muy criticada en
España, y en el Consejo de Europa es considerada como
desproporcionada, al existir seria intranquilidad por el uso
de la fuerza contra los derechos humanos.
Por ello, las formaciones políticas mayoritarias y
minoritarias son primas o hermanas en algunos aspectos
cuando gobiernan. Pero este PP, procedente del rancio pasado
de ‘Paca la pescaora’, de acuerdo a sus principios
dogmáticos prosigue con su contienda política, económica y
social contra ciertos pilares fundamentales de la democracia
y de los pueblos que configuran el estado español. Y después
de las privatizaciones realizadas, le ha metido mano en este
10 de diciembre, a la seguridad pública a cargo de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por mandato
constitucional, en favor de vigilantes jurados de empresas
privadas de seguridad, con objeto de incrementar, aún más,
el PP su estado policiaco español. Con el presunto
agravante, además, de poderse hacer caja favoreciendo a esas
empresas, donde ex altos cargos políticos pueden estar
formando parte ya de consejos de administraciones.
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